Catorce hombres fueron fusilados el 22 de junio de 1964 en los fosos de la fortaleza La Cabaña, en La Habana. Todos se habían levantado en armas en el Escambray en diferentes fechas pero con el mismo ideal: combatir con las armas el poder que predominaba en el país e impedir que la nación tomara el camino del comunismo.

Cientos de cubanos se establecieron en las montañas situadas en la antigua región Escambray en el centro del país y desde allí iniciaron la ofensiva contra el poder por la única vía que creyeron posible en aquel momento –la lucha armada.

Muchos hombres de diferentes partes del país renunciaron al acomodo y los beneficios que daba quedarse en sintonía con las órdenes de Fidel Castro y subieron a las montañas a combatir. Otros desde la misma región del Escambray, dejaron sus humildes viviendas y se sumaron para evitar que sobre el país cayera una larga noche.

La confrontación entre ambos contendientes duró años. Hubo batallas y enfrentamientos desiguales porque el régimen contaba con todos los recursos y armas mientras los insurgentes cada vez tenían menos con que enfrentar las embestidas miliares del poder. Los enfrentamientos dejaron muertes en ambos bandos y la contienda cada día se tornó más complicada.

Después de casi cuatro años muchos insurgentes resistían más con el corazón que con lo material. Habían caído en los enfrentamientos varios de los organizadores principales de la resistencia en el Escambray y otros fueron apresados, fusilados o confinados en las cárceles del país.

El gobierno había empleado toda la logística posible para desarticular todos los focos que persistían y capturar a varios de los líderes alzados que se mantenían en las montanas. Surgió un plan en el que un agente del régimen, Alberto Delgado, se hizo pasar por hombre de confianza de los alzados y les propuso sacarlos del país por vías clandestinas.

Luego de algunos ajustes y propuestas el grupo comandado por Julio Emilio Carretero partió el 9 de marzo de 1964, del Escambray hacia la costa donde “supuestamente los recogería un barco que los sacaría del país” y fue capturado según los archivos del régimen el 28 de ese propio mes.

Aunque no se conocen las fechas con exactitud y muchas d elas informaciones permanecen muy bien guardadas en los archivos de la Seguridad del estado en Cuba se conoció que todos fueron detenidos dentro del barco y semanas después fusilados en los fosos de La Cabaña en la Habana.

Según se ha podido constatar por los datos que ha brindado el propio régimen y por otros que han compuesto algunas familiares y sobrevivientes de aquella etapa fusilados fueron procesados en la Causa 344/64 y sus nombres eran:
Julio Emilio Carretero Escajadillo.
Maro Borges.
Irineo Borges.
Cuco Cedeño.
Macho Jiménez.
Raúl Morel Viciedo.
Benito Rodríguez Pedraja.
Andrés oramás.
Tomas García Valle.
Vale Hernández.
Blas Ortega.
Manuel Manso LaGuardia

En el grupo también estaba Zoila Águila, La niña del Escambray, que fue juzgada y condenada a 30 años de cárcel.

No se tienen muchos datos personales ni fotos de los cientos de hombres que murieron en el Escambray o que fueron fusilados por las fuerzas del régimen que siempre los llenó de maculas e improperios y los responsabilizo por todas las muertes y ejecuciones que ocurrieron en una zona.
El Escambray vivió un conflicto social muy fuerte donde ambos contrincantes cometieron excesos y crímenes, sin embargo a lo largo de las décadas la historia la han contando los vencedores, y la peor parte la han cargado los aniquilados, fusilados o encarcelados.

Julio Emilio Carretero que nació en la zona de Trinidad Cuba en 1928 se alzó contra la dictadura comunista en 1960 y se incorporó al grupo que comandaba Osvaldo Ramírez García en el verano de 1960.

Eduviges Zúñiga que se alzara en el Escambray recuerda:

Estaba el rumor de que aquello era comunismo y nosotros nos pusimos renuentes. A mí particularmente no me gustaba como se presentaban las cosas y cuando yo me sumé al grupo el 26 de agosto de 1960 allí había acabado de llegar Julio Emilio Carretero Escajadillo con quien mantuve las mejores relaciones. De él recuerdo que era un hombre muy valiente y a quien Osvaldo Ramírez le tenía mucha confianza.

José Fernández Vera, colaborador de alzados en el Escambray conoció personalmente a Julio Emilio Carretero y de él recuerda: “La segunda etapa la hicieron los campesinos, los estudiantes y los hombres de pueblo. Fue nuestra guerra, la de los cubanos humildes, la de los hombres de bien que no queríamos el comunismo para Cuba. En esa segunda parte yo me dediqué a colaborarle a los alzados en lo que se presentara.

Yo en algunas ocasiones subía directamente hasta donde estaba Julio Emilio Carretero y le llevaba algún emisario si me lo pedían y bajaba alguna orientación si era necesario. En una ocasión me dijeron que llevara un hombre allá a hablar personalmente con Carretero. Lo en recogí en Sta. Clara y lo llevé hasta allá para que contactaran directamente ambos, cuando terminaron de hablar el propio Carretero me dijo – aquí arriba no traigas a nadie más, ven tú solo y lo que haya que decirme que seas tú el portador; las cosas se están poniendo muy malas y están ocurriendo traiciones. Y así ocurrió tiempito después, producto de una traición que le hicieron a Maro Borges y a Carretero cayeron él y todos los de su grupo y fueron fusilados el 22 de junio de 1964 en La Cabaña en La Habana.

foto (der) publicada por archivos del regimen cubano presumiblemente tomadas cuando fue arrestado en junio 1964