Temprano este lunes recibí un mensaje vía Whasap de la opositora Teresa Miranda desde Guaro el municipio de Mayarí, provincia Holguín donde me dice estar esperanzada luego de recibir un mensaje de la oficina del senador Marco Rubio. Le dieron acuse de recibo de una petición que este fin de semana le hiciera a través de las redes sociales.
«Gracias por contactar a mi oficina para solicitar asistencia, sus inquietudes son muy importantes para mi. Me siento honrado de ayudar a miles de residentes de Florida cada año».
Teresa Miranda ha hecho todos los intentos posibles por comunicarse con senadores y congresistas en los Estados Unidos. En sus misivas les ha pedido que intercedan en el caso de su hija Yudelkis Morales Miranda confinada en un centro de detención en Louisiana hasta tanto un juez decida si le otorga o niega el asilo político.
La gestión más reciente la divulgó en su página de Facebook para que sus amigos y familia en los Estados Unidos se la hicieran llegar al senador republicano Marcos Rubio. Antes fui yo personalmente la que llevó una carta de ella a la congresista demócrata Debie Murcarsel por ser la representante en el distrito donde vivo.
A: Marcos Rubio, Senador por el Estado de la Florida
Le escribe desde Cuba, Teresa Miranda Céspedes , activista por los Derechos Humanos, miembro del movimiento Corriente Martiana, bajo la conducción de su promotor, Moisés Leonardo Rodríguez, residente en Cabaña, la Habana. Como es de suponer, tanto yo como mi familia, vivimos bajo el asedio y acoso constante, por parte de la Policía y la seguridad del estado, al servicio del régimen, motivo por el cual, mi hija y yerno, decidieron abandonar el País, rumbo a los Estados Unidos.
Ambos estuvieron en Centros de Detención. Ya él está en libertad, pero ella aún permanece detenida en La Salle, Louisiana.
Me dirijo a Ud , luego de haber apelado a otras instancias, sin resultado alguno.
En ese centro de detención, ICE no está cumpliendo debidamente con sus funciones. Allí se están violando los acuerdos migratorios y los Derechos Humanos. Mi hija lleva detenida en ese Centro, alrededor de cuatro meses y nunca le han dado la oportunidad para demostrar el miedo creíble. En esa prisión no dan Parol. Según tengo entendido, a los abogados Probono no los dejan entrar. Ya pasó por la Corte, solicitando una fianza y se la denegaron, a pesar de todas las pruebas irrebatibles con evidencias sobre la persecución vivida en Cuba. Los jueces ignoraron todo eso y le manifestaron que no era cierto lo que ella decía. Cualquiera puede buscar en las redes sociales,en Radio Marti, en la ONU, las pruebas antes mencionadas.
Según manifiestan las muchachas detenidas en ese lugar, solo han recibido burlas y maltratos. Les dicen que para salir de allí, tienen que tener trabajo y propiedades en los EU, que ellas representan un peligro de fuga, que pudieran soltarlas pero como tienen capacidad suficiente para mantenerlas encerradas, por eso no las sueltan,,que ellos son racistas, etc.
Hace poco, un grupo de esas mujeres, hizo una huelga de hambre, demandando el Derecho de hacer el proceso para Asilo Político en libertad.
Se mantuvieron 12 días en abstinencia. Durante este período, varias de ellas fueron llevadas a celdas de castigo, esposadas y aisladas en lugares oscuros.
Estas mujeres solo piden se les permita hacer su proceso para Asilo Político en libertad.
Según me dice mi hija, ahí todas serán deportadas.
Mi familia ha sufrido mucho en este País,,hasta llegar al punto de temer por sus vidas, por las múltiples amenazas recibidas y hasta detenciones arbitrarias.
La Seguridad del Estado me considera Líder en mi pueblo, por eso los mayores embates han sido contra mi familia. Es su método para quebrarnos, algo que no han conseguido. En realidad yo estoy dispuesta a sufrir las consecuencias de ser Opositora en Cuba. No quiero salir de mi País. En mi tierra quiero morir, pero no quiero ver a mi familia sufrir en su piel, todos los horrores que es capaz de hacer este régimen, contra quienes se le oponen.
Mi hija se llama: Yudelkis Morales Miranda . Su número A : 203615784
Pido disculpas por las molestias que pueda ocasionar mi queja. Ojalá y Ud pueda interceder para la solución de esta penosa situación.
Dios le Bendiga.
Teresa Miranda Céspedes
Residente en Guaro, Mayarí, Holguín, Cuba.
( Me apoyaré en mi yerno para enviar esta carta, pues desde Cuba, no sé si llegará a su destino, ni tampoco tengo experiencia en esta vía de comunicación)
II
Teresa Miranda en una mujer a la que respeto por su integridad y valor pero sobre todas las cosas por su patriotismo y amor por Cuba. Habana Times acaba de publicar una entrevista que le hiciera Confesor Verdecia un comunicador también residente en la provincia de Holguín y hermano de lucha y de ideas de la mujer.
Aunque sugiero leerla en su totalidad en el enlace que les dejo arriba aquí les comparto un segmento de la entrevista.
TMC: Bueno, denuncio por todos los medios posibles los actos de violación de los DDHH y me vigilan desde el principio por ello. Pero el hostigamiento mayor comenzó cuando participé en un proyecto opositor llamado “Consulta Popular Cubana”, que incluía la recogida de firmas para presentárselo al Gobierno cubano. Era apoyado en la Declaración Universal de DDHH y en el artículo 66 de la anterior Constitución, que supuestamente daba el derecho a presentar peticiones y quejas a las autoridades.
Sin embargo, la Seguridad del Estado detectó lo que estábamos haciendo y comenzó el calvario. Mi hija y su esposo, que eran colaboradores en la recogida e imprimieron todo el material, fueron citados a la policía por la Seguridad del Estado. Los amenazaron hasta con sus hijas, que no podrían criarlas si continuaban en el activismo. Fue horrible.
Enseguida un sobrino mío fue víctima de un enredo con la justicia, nada casual, que sería largo de explicar, pero les aseguro que es inocente. Al juicio no me dejaron entrar y me subieron en un auto, reteniéndome en la policía hasta que terminó.
Mi yerno, por otro lado, tenía un motor para transportarse. Varias veces que salía a Mayarí se topaba con agentes de la Seguridad del Estado, nada casual, que a veces solo lo vigilaban, pero en otras lo amenazaban y presionaban para que abandonara el activismo. Tuvo miedo de que le provocaran un accidente, por el tono de las amenazas, y vendió el motor.
Con ese dinero fue que pretendieron inútilmente viajar a Guyana y luego lo utilizaron para migrar hacia los EUA, en busca de libertad. Le permitieron viajar esa vez bajo la amenaza de si continuaban en el activismo político opositor fuera de Cuba no los dejarían volver a ver a sus hijas. Son muy crueles.