La lectura de El Presidio Político de Isla de Pinos de Ramiro Gómez Barrueco (Manino) es imprescindible para entender por qué a pesar de los años de prisión, de torturas y de abusos del castrismo los presos políticos plantados conservan el amor por Cuba y el deseo de ver libre el país donde nacieron.
El Presidio Político de Isla de Pinos sale a la luz meses después de que Barack Obama lanzara en su precario español el jQue bolá! como frase madre de todas las conciliaciones y le pasara por encima al rastro de sangre y dolor que han dejado los hermanos Castro y su séquito de adoradores en la isla, para anunciar lo del restablecimiento de relaciones entre la Dictadura y su gobierno.
No sé si el ex presidente Obama, ni sus asesores en el tema Cuba (insisto en destacar el nombre de Ben Rhodes), ni los que se sumaron en esos años de conversaciones y mediaciones secretas para que se hiciera el «milagro», conocen bien una parte de la Historia de Cuba que la Dictadura ha intentado sepultar.
Pero si sé con exactitud que mi generación (la que nació a finales de la década de 1950 y la que fue llegando después) no conoce la verdad de lo que hizo el castrocomunismo para llegar a donde está.
Por eso, para ambos grupos, sugiero la lectura del libro de Manino, para que profundicen en el conocimiento de los hombres que enfrentaron al Aparato Represivo y que hicieron la historia del presidio político plantado y para que entiendan del valor e hidalguía que anida en ellos.
2 comentarios en “El Presidio Político de Isla de Pinos: Un libro imprescindible para entender a los presos plantados de Cuba”