Detrás de esas imágenes hay hambre, desolación, decenas de opositores vigilados o detenidos y mucha gente cansada de lo mismo.
Detrás y debajo de todo el furor comunista hay otro mundo que duele y espanta.
El llanto natural durante dos días en Cuba sobre los techos, las calles, los hombros y el rostro de los cubanos más esa mulitutd desfilando al otro día como si nada hubiera pasado son una señal de que el curso del deshielo deberá tropezar siempre con una inercia nacional invariable.
Estas imágenes cotidianas de la capital cubana merecen también circular por las redes y sitios digitales. Son un ejercicio contra el olvido que provocan algunas emociones diplomáticas.
Detrás de estas imajenes ,hambre, miceria,represión
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