El pantano sigue desbordándose. Las pudriciones afloran. Cada revelación y/o liberación de archivos, documentos y trinos muestran el grado de suciedad. Por estos días es común la lectura de publicaciones ofreciendo más y más elementos que indican hasta donde han llegado en maldad y soberbia; unos por ambición y otros por no haberse dado cuenta a tiempo.
Pero como solemos tener la memoria corta y la mirada mucho más corta, mi temor es que los crímenes y violaciones que ahora mismo se están exponiendo caigan en ese embudo de trámites ‘legales y requisitos formales’ que las ponen en una lista para un largo escrutinio de las ‘comisiones que deciden qué cuándo y cómo investigar.
Ahora mismo usted lee este titular: Big Pharma presionó a las redes sociales para señalar la ‘información errónea’ de COVID, los últimos ‘archivos de Twitter’ lo revelan y podría sentirse animado porque los criminales están expuestos y su maldad está corroborada con documentos reales.
En mi caso (y recuerdo que he sido censurada y cancelada en mis redes y espacios por plantear algunas de ellas) lo que aflora cuando las leo es una interrogante:
Y AHORA QUE ESTAN EXPUESTAS LAS EVIDENCIAS …VAMOS A DEJAR QUE PASE LO DE SIEMPRE?