Por ECLJ
Hace 12 años esto se publicó!!
Casos de los niños desaparecidos; Bebés perdidos y cadáveres sin órganos alimentan las denuncias de tráfico de partes del cuerpo en Ucrania /Por Graeme Smith, The Globe and Mail
MOSCÚ — Es difícil mirar los diminutos cadáveres desenterrados del cementerio cerca del Hospital No. 6. Las fotografías forenses muestran cuerpos aparentemente mutilados antes de que fueran arrojados a una fosa común en Kharkiv, una ciudad en el este Ucrania.
En una foto, un hombre con guantes quirúrgicos sostiene varias piezas de carne y ordena los fragmentos para que parezcan lo que podría haber sido un bebé antes de ser desmembrado.
Los funcionarios del hospital dicen que estas horribles imágenes no revelan nada excepto los desechos biológicos de docenas de abortos de rutina. Pero los familiares de las mujeres que dieron a luz en el Hospital No. 6 dicen que son parte de la creciente evidencia que sugiere algo siniestro: recién nacidos separados de sus madres, que desaparecen en una región conocida por el tráfico de órganos extraídos y tejidos humanos.
«Es realmente difícil encontrar la verdad», dijo Zinaida Dromashko, cuya nuera, Svetlana Puzikova, estaba demasiado molesta para hablar sobre la desaparición de su bebé. «Es como si te golpearas la cabeza contra la pared de ladrillos. Golpeas más y más, pero la pared permanece intacta».
Las denuncias sobre bebés robados surgieron por primera vez en Kharkiv hace unos tres años. Las madres de dos recién nacidos se quejaron de que el personal del hospital se llevó a sus bebés inmediatamente después del nacimiento y luego afirmaron que nacieron muertos.
Los investigadores locales excavaron en el cementerio del hospital y no pudieron encontrar a los bebés, pero descubrieron una cantidad inesperadamente grande de restos de fetos y recién nacidos.
El caso se cerró, a pesar de las preguntas que seguían inquietando a los familiares de los bebés: ¿Por qué a tantos cuerpos les faltaban órganos vitales? Si sus hijos no estaban en la tumba, ¿adónde fueron?
Durante años, no tenían muchas esperanzas de encontrar respuestas. Los activistas publicaron la historia en algunos medios de comunicación europeos y se quejaron ante el Consejo de Europa, pero no despertaron mucho interés en su propio país. Pero la situación cambió después de que la Revolución Naranja arrasara con la antigua república soviética, y Ucrania comenzó a limpiar su reputación con la esperanza de unirse a la Unión Europea. El fiscal general de Ucrania reabrió la investigación y el presidente Viktor Yushchenko invitó a la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa a examinar el tema.
Ninguna investigación ha publicado resultados. Sin embargo, Ruth-Gaby Vermot-Mangold, la parlamentaria suiza enviada por el Consejo de Europa a la región este mes, dijo que ya ha visto evidencia de que al menos cuatro, y posiblemente cinco, recién nacidos desaparecieron.
Aún más inquietante, dijo la Sra. Vermot-Mangold, es la evidencia de que los bebés fueron tratados con tanta indiferencia en Ucrania que es posible que nunca se sepa la verdadera cantidad de niños desaparecidos en todo el país. «Cualquiera que sea el número de desapariciones, un solo caso es demasiado», dijo.
Después de visitar el Hospital No. 6 y escuchar la historia de madres a las que nunca se les permitió ver a sus bebés, la Sra. Vermot-Mangold se reunió con el fiscal regional que primero investigó las denuncias. El fiscal no dio respuestas claras sobre cómo su oficina manejó el tema, dijo, y no ofreció muchas garantías sobre las «muchas contradicciones e irregularidades» de los casos.
El parlamentario no especuló sobre lo que pudo haber pasado con los niños desaparecidos.
La Sra. Dromashko dijo que todavía espera que el hijo de su nuera esté vivo, tal vez vendido para una adopción ilegal.
Pero Tatyana Zakharova, presidenta de la Federación de Familias con Muchos Hijos de Ucrania, dijo que teme que los recién nacidos hayan sido vendidos por su valioso tejido a investigadores sin principios o a clínicas que hacen inyecciones de belleza con células madre. “Ignoran todas las leyes profesionales y humanas”, dijo Zakharova.
No es descabellado imaginar que los recién nacidos puedan ser asesinados por sus partes del cuerpo, dijo Vadym Lazariev, un médico convertido en activista que está haciendo campaña para mejorar la ética médica de Ucrania. Dijo que no tiene ninguna prueba, solo rumores sobre médicos que ahogan a bebés en líquido amniótico, los declaran nacidos muertos y venden sus cuerpos.
Pero cuando su pequeño grupo de activistas visitó clínicas en Kharkiv, Donetsk y otras ciudades ucranianas el año pasado, encontraron evidencia de un mercado clandestino de partes de fetos.
Haciéndose pasar por compradores, el equipo del Dr. Lazariev preguntó si las clínicas podían suministrarles células cerebrales vivas de fetos de 15 a 27 semanas de edad. Los proveedores fueron fáciles de encontrar, dijo; una clínica incluso le dio una factura por el producto, firmada y sellada, ofreciendo una cantidad indefinida de material cerebral por 7.750 hryvnya (unos 1.800 dólares).
Ese tejido tiene precios altos porque las clínicas cosméticas lo utilizan para inyecciones de células madre, dicen los activistas. Algunas mujeres creen que las inyecciones pueden rejuvenecer sus rostros; a los hombres se les inyectan extractos de testículos fetales en sus genitales, con la esperanza de mejorar su destreza.
El dinero involucrado resulta tentador en un país donde los salarios anuales ascienden a $1,000 o $2,000. «Harán lo que sea necesario para las demandas del cliente», dijo el Dr. Lazariev.
Graeme Smith es el corresponsal en Moscú de The Globe and Mail.
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