Ha sido compartido en la cuenta de Telegram de la doctora Natalia Prego Cancelo. Médico especialista en Medicina Comunitaria. Número de colegiado 363605762
Las vacunas covid 19 sólo están autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento, la FDA de EEUU y el NHS del Reino Unido de forma provisional, con carácter de urgencia. Por lo tanto, las vacunas covid-19 no están aprobadas. Para que un medicamento se apruebe y se comercialice es necesario que sus fases de experimentación se completen, para garantizar la protección de la vida y de la salud. Esas fases de estudio deben durar años para poder observar efectos adversos importantes, no sólo a corto plazo, sino, y sobre todo, a medio y largo plazo. Con estas vacunas covid-19 los efectos secundarios de las mismas son impredecibles, por tratarse de una tecnología novedosa, pero, al mismo tiempo, peligrosa, al administrar farmacopea de manipulación genética, nunca antes aplicada en humanos.
Las miocarditis en jóvenes y adolescentes no fueron detectadas ni informadas como riesgo de las inoculaciones, en los inicios de las vacunaciones masivas, en diciembre de 2020. Ningún laboratorio lo informó porque, sencillamente, no tuvieron tiempo para saberlo y comprobarlo. Lo que sí sabemos es que, probablemente, sólo tenemos información de un 1% de todas las reacciones adversas provocadas por la inoculación de estos medicamentos génicos.
Las muertes por vacunación Covid19 ya han superado a todas las muertes provocadas por todas las vacunas a lo largo de la historia. Los niños y adolescentes no mueren por Covid19 y no enferman de forma relevante por esta patología.
En España, desde marzo 2020 hasta el 24 de noviembre de 2021, fallecieron 17 menores de 10 años y 20 adolescentes entre 11 y 19 años, por Covid sospechoso o confirmado.
A día de hoy no existe ninguna justificación, ni médica, ni social, ni moral, para asumir un riesgo elevado de muertes y discapacidades post- vacunales en una población infantil que no ha sido afectada, de forma generalizada, por esta enfermedad. Tampoco existe evidencia científica de que los niños sean una fuente de transmisión de la enfermedad para los ancianos. Por tanto, no existe evidencia científica real y de calidad que avalen estas campañas de vacunación masivas y sí existen altas probabilidades, ya contrastadas, de que estas vacunas faciliten el contagio y provoquen enfermedades importantes.
No podemos asumir las muertes de niños por las inoculaciones de esta vacuna y el inicio de enfermos con covid grave en una población infantil, antes protegida por su inmunidad natural, y ahora atacada por un tóxico, llamado proteina espiga, que su propio cuerpo va a fabricar despuės de ser inoculado por una vacuna ARN mensajero.
Solicito, pido y exijo reflexión a todos los compañeros mėdicos, enfermeras y autoridades sanitarias y gubernamentales para que suspendan esta gestión sanitaria que está provocando y va a prococar más dolor que la propia enfermedad que se quiere evitar.
Conocemos tratamiento eficaz para el covid, lo que no conocemos es la curación de las múltiples enfermedades y discapacidades ya existentes inducidas por la vacuna covid 19. Fdo. Natalia Prego Cancelo. Médico especialista en Medicina Comunitaria. Número de colegiado 363605762.
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Este es el valiente que se ha atrevido a hacer lo que todos los profesores deberían hacer: advertir a los niños de que les quieren inyectar un veneno. Felicitaciones para el profesor alicantino y ¡que cunda el ejemplo! https://www.20minutos.es/noticia/4925423/0/investigan-a-un-profesor-por-decir-a-las-familias-que-la-vacuna-tiene-efectos-fatales-para-los-ninos/