#Historiasparacontar

-False Flag (bandera falsa) no quiere decir que un evento no ocurrió, sino que el causante del evento no es el que públicamente se cree, puede ser otro causante o pueden estar involucrados varios causantes. El evento sí ocurre y, lamentablemente, tiene como consecuencia la pérdida de vidas.

Se conoce de diferentes métodos y acciones que obedecen al concepto falsa bandera que fueron usadas durante la contienda en Escambray a partir del momento en que miles de hombres se alzaron en armas contra la naciente tiranía.

Aunque a principios de la decada del 60 no se usaba ese termino para definir las operaciones del G-2 cubano si es real que entrenaron cubanos para actuar como «alzados» y hacer fechorías que luego se utilizaron para culpar a los insurgentes.

«Acciones de Bandera Negra» no son otra cosa que, hacer operaciones deplorables ante la opinión pública y culpar a los adversarios. Para alcanzar esos objetivos asesinaron adolescentes o niños,  violaron mujeres y quemaron poblados enteros, para imputar esas acciones a los anticomunistas en armas.

En el diario oficialista Escambray de la actual provincia de Sancti Spiritus se han publicado testimonios de participantes en la contienda que aceptaron prepararse para ejecutar ese tipo de operaciones que antes denominaron -bandera negra- pero que es su esencia obedecen al término de que hablamos.

Una de esas operaciones contra los insurgentes se denominó «Operación Molino»

La Seguridad del Estado ideó la llamada Operación Molino como un nuevo método para el aniquilamiento de los «bandidos en el Escambray»

De acuerdo con la reseña del diario Escambray publicada el agosto de 2016 a finales de noviembre de 1961, el presidente John F. Kennedy aprobó la Operación Mangosta. Como si fueran alzados.

La Estación JM/WAVE de la CIA en Miami se empeñó en el abastecimiento material y financiero de los insurgentes conocidos en aquella fecha como «alzados», con el propósito de que incrementaran las acciones «terroristas» y así crear condiciones para lanzar una nueva invasión.

En diciembre de 1961 en la provincia de Las Villas comenzó a ponerse en práctica un plan que había sido tomado de la experiencia de los soviéticos en el enfrentamiento a la insurgencia y que era denominado Medidas Agrarias.

Se denominó «Operación Molino», dirigida por el Buró de Bandas de la Seguridad del Estado y enfocada contra los que cooperaban y abastecían a los insurgentes en la región Escambray.

Los testimonios publicados en Escambray implican a cubanos que se prestaron para ejecutar ese tipo de acciones encaminadas a eliminar a los insurgentes que señalara el alto mando:

Son ellos: oficiales Andrés Leyva Castro, “Alfonso” (jefe del grupo); Efraín Acosta Filgueira, “Aguada”; Pedro González Fernández; Pedro O’Farril Díaz, “El Chino”, y Wilfredo Jiménez Carballé, “Caibarién”.

Exalzados: Servando Andrés Castillo Véliz, “Antonio Díaz”; Pedro Segundo Gascón Naranjo, “Zoilo Camejo”; Lázaro Nicasio González Salabarría, “Armando Santos”; José René Gómez Cepeda, “Modesto Ríos”; Ángel Roberto Cintra Carballosa, “Raúl Álvarez”; Eulalio Madrigal Hernández, “Cuto El Pescadero” y “Evelio Martínez”.

Otra de las variantes usadas por el alto mando en la isla fue la deportación forzosa de miles de familias campesinas de la región con el pretexto de protegerlos de los insurgentes que denominaron «bandidos» a propuesta del criminal y excecrable Ángel Martínez Riosola o Francisco Ciutat (el comandante Angelito).

A casi un año de publicar este video en mi canal de youtube regreso sobre el tema porque se repiten patrones, y aquellos que se resisten a seguir la narrativa tienen el derecho de saber cómo nos han engañado. La idea es saber para no repetir los mismos errores.

La deportación forzosa tuvo varias etapas y en todos los casos la forma de proceder tambien el alto mando cubano la tomó del modelo que Stalin había aplicado en la llamada Unión Soviética.