Las líneas de Fibonacci: A lo largo de los siglos, una espiral ha representado la expansión infinita, simbolizando la expansión de la naturaleza y el universo, reflejando la interconexión mágica de nuestro micro y macrocosmos . Durante siglos, este conocimiento se consideró sagrado, una forma de comprender la belleza y la espiritualidad más profundas de la vida.
Proceso de secuencia de Fibonacci
Posición previa: comprender el pasado al saber dónde está el punto de desconexión (o falla) en una situación específica y por qué ocurrió.
Posición actual: Lleva ese conocimiento al presente. Un desafío similar se presenta nuevamente, tal vez en otra forma. Al llegar a un acuerdo con el punto de falla pasado, se puede superar el desafío actual. Si se aplica correctamente, el patrón de comportamiento se equilibra y despeja el camino para que ocurra el crecimiento.
Posición futura: se tiene en cuenta el pasado y se integra el aprendizaje, la mente está clara para pasar al siguiente desafío.
Continuar siguiendo este principio permite que el crecimiento se vuelva exponencial, lo que finalmente conduce al éxito en ese aspecto de la vida donde ocurrió la desconexión inicial. Aplica la secuencia de Fibonacci a múltiples situaciones y el patrón adquiere una forma más completa, como la de la flor del girasol. Cuanto más completo es el patrón, más completa se vuelve la vida misma.
Dejar ir las cosas que ya no funcionan nos permite integrarnos completamente en el presente y nos da la mejor oportunidad de tener éxito. Integrar solo lo mejor del pasado en nuestras vidas actuales generará impulso para avanzar hacia el próximo desafío, y el siguiente.
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