#Cubasinfiltros Fueron juzgados en Santa Clara el 12 de octubre de 1960. El juicio fue una farsa propia de aquellos años en que miles de cubanos se alzaron en armas porque entendieron muy pronto que habían sido traicionados por los que llegaron al poder.
Se violaban todos los procedimientos penales y se celebraban juicios sin garantías y sin el debido proceso. Las órdenes de fusilamiento y cárcel eran decretadas desde el buró de los encargados y designados por Fidel Castro y el grupo que lo apoyaba ejecutaba, o guardaba silencio cómplice.
Porfirio Remberto Ramírez, Plinio Prieto, Sinesio Wash Rios, Jose A Palomino Colon y Ángel Rodríguez del Sol, fueron ejecutados el 12 de octubre de 1960 en el glorioso Escambray.
Ese mismo día le celebraron el «juicio» en el Regimiento Leoncio Vidal en la ciudad de Santa Clara y ya por la tarde el presidente del tribunal Claudio López Cardet se puso de pie pidió silencio y dijo que harían un receso de 24 horas y que al día siguiente en ese mismo lugar se dictaría sentencia.
Familiares que sobrevivieron esa etapa han dicho que tenían un requicio de esperanza al ver que alli no se dicto sentencia y que tal vez podrian apelar el dictamen sin embargo esa misma noche los subieron a un autobus y los llevaron bajo fuertes medidas de seguridad a la finca La Campana cerca de Manicaragua (estribaciones del Escambray) y los ejecutaron.
Los cinco patriotas cubanos se alzaron en armas en Escambray en agosto de ese año y luego de una feroz persecución resultaron apresados, confinados en ergástulas y privados de los más elementales derechos hasta que les celebraron el «juicio».
Los fusilamientos de la Causa 829 de 1960, fue otro capítulo de fusilamientos masivos en la campaña de terror de Fidel Castro sin embargo ese ‘mensaje’ no cumplió su objetivo, porque el Escambray se convirtió en un reducto firme y heroico de la resistencia contra el comunismo.
Cientos de hombres en esas montañas y en otros lugares de la isla lucharon por años sin armas, ni recursos, enfrentando a miles de efectivos militares de la dictadura que contaban con todos los medios, incluyendo helicópteros, que desde el aire masacraban a campesinos que simplemente querían ser dueños de sus tierras y de sus vidas.