El término gladiador en los tiempos que corren. Antes lo hacían en las arenas y los guerreros eran observados por una multitud a las que le gustaba el espectáculo. Los asistentes no iban obligados, ni lo sentían como un castigo (más allá de las escenas de los filmes donde las doncellas de la época estaba presentes presentes por la imposición real). Ahora los gladiadores hacen las batallas en otro tipo de arena.
Punto de giro
Se produjo cuando leí las publicaciones enfocadas en las etiquetas que nos cuelgan según la moda del día o el enfoque de la jornada que nos toque vivir y la forma en que llevan la batalla los defensores de una verdad que no está íntegramente ni en un lado ni en el otro.
Son los gladiadores de ahora que pelean en arenas virtuales regidas por manos invisibles.
Hace cuatro años la etiqueta o san benito más usado era el de las teorías de la conspiración. Las cancelaciones más conocidas en las redes sociales eran contra los que transgredían los límites marcados por los del BigMedia y BigTech.
Pero etiqueta de conspiranoicos desciende por estos días en que decenas de «informes, reportes y análisis de youtuber, tiktokers, instagramers, influencers, generadores de contenidos y periodistas ciudadanos» indican que lo que antes fue teoría de la conspiración ha perdido su esencia inicial.
Apenas hace dos semanas marqué para tenerlas en cuenta en mi navegación algunas cuentas en X en Español abordaban el tema de Israel, Gaza-Hamas, Palestina y la horrible cruzada que se desarrolla en ambos lados del conflicto donde las batallas que libran gladiadores y amazonas en el plano mediático alcanzan límites insospechados.
Hay de todo. Las opiniones, los análisis, los reportes visuales muestran a los políticamente correctos y a los politicamente criminales llevando adelante en el teléfono o el ordenador batallas increíbles contra los que no aceptan sus discurso. Lo hacen en un escenario de muerte y destrucción que apenas han vivido en la vida real los ciberactivistas de ambos lados de la historia.
El 10 de junio leí lo que escribió un usuario de la red X al que empecé a seguir hace apenas dos semanas
Escribió: Un amigo personal acaba de bloquearme, no por un tuit (post) con opiniones, sino por uno con información e imágenes que no quería ver. Antes me pasó con otros amigos, demasiados, nunca me pasó con tanta gente como desde el 7 de octubre. Muchos no me bloquearon, pero dejaron de seguirme y me dijeron que lo hacían para no leer «lo que tuiteás sobre la guerra». Para seguir defendiendo a asesinos sanguinarios, violadores, torturadores y secuestradores de un grupo terrorista y fundamentalista religioso que además es antisemita, homofóbico, misógino y de extrema derecha, y continuar creyéndose personas nobles que luchan por causas justas y defienden los derechos humanos, precisan bloquear cualquier fuente de información que los obligue a mirarse al espejo. Precisan esconderse en su burbuja, donde todos los aplauden y les dicen que son buenos, muy buenos. Es una elección personal. Cada uno sabe cómo hace para dormir por la noche. Enlace a la publicación y NO dejes de leer el hilo de ese post.
Bruno Bimbi @bbimbi es Periodista, doctor en Estudios del Lenguaje (PUC-Rio) y autor de los libros Matrimonio igualitario y El fin del armario. Perfil personal: acá hablo solo por mí.
¿Qué mierda tiene en la cabeza el editor que aprobó este título?
Lean esto por favor: El hecho de que los cohetes de Hamas y Hezbolá no maten a suficientes civiles israelíes, a causa de la Cúpula de Hierro, es un obstáculo para la paz.
Recomiendo leer los comentarios al post tanto los que coinciden con la opinion del autor como los que estan en contra.
Comentario personal: En esta «guerra mediática» hay de todo. Pero desgraciadamente lo que prevalece es el discurso extremista y de muerte de aquellos que por razones que ahora no voy a analizar se suman a la batalla contra los que se enfrentan como gladiadores a una batalla desigual pero no imposible.
España, alucinación, aceleración del tiempo bisagra ?