Muchos países de todo el mundo utilizaron mascarillas médicas y no médicas como intervención no farmacéutica para reducir la transmisión y la infectividad de la enfermedad por coronavirus-2019 (COVID-19).
Aunque se carece de evidencia científica que respalde la eficacia de las mascarillas, se han establecido efectos adversos fisiológicos, psicológicos y para la salud. Se ha planteado la hipótesis de que las mascarillas han comprometido el perfil de seguridad y eficacia y deben evitarse su uso.
El artículo actual resume de manera integral las evidencias científicas con respecto al uso de mascarillas en la era COVID-19, proporcionando información próspera para la salud pública y la toma de decisiones.