#enredes
Por Carlos Carballido —Un nuevo estudio sobre ciberseguridad indicó que alrededor del 80 por ciento de los videos virales sobre redadas migratorias que circulan en Facebook, Instagram y TikTok son generados por inteligencia artificial.
Estos clips son tan realistas y estéticamente cuidados que, en menos de una hora, pueden alcanzar impactos de hasta cuatro millones de visualizaciones.
Un informe de 404 Media (grupo de expertos en piratería y estafas online) indicó que el video más viral fue subido a TikTok y muestra una supuesta redada del ICE en un Walmart, donde varios trabajadores latinos aparecen esposados. El clip, que alcanzó en su primera hora 14 millones de visualizaciones, fue reproducido también por varias cadenas latinas como Univisión y Telemundo.
El mismo efecto viral causó otro clip en el que ICE arresta a una mujer embarazada que movilizó incluso a grupos de activistas pro inmigrantes.
El mismo grupo señaló que la viralidad de este tipo de contenido encuentra otro terreno fértil: cerca del 50 por ciento del público utiliza las redes sociales como fuente primaria de información. Si a esto sumamos que la propia prensa latina reproduce estos clips sin verificar, el efecto de caos social es aún mayor.
Estos videos hiperrealistas se están realizando con la aplicación Sora, de OpenAI, y aunque la empresa ha tratado de bloquear este uso, los prompts (comandos de generación) son tan sutiles que logran burlar el algoritmo.
No está claro quién está detrás de todo esto. Algunos especialistas señalan que podrían ser grupos de activistas proinmigrantes que generan estos videos con un doble propósito: monetizar contenido y generar pánico en la población inmigrante ilegal o en limbo migratorio.
Según 404 Media, no se trata de bromistas espontáneos, ya que los videos que se viralizan requieren un mínimo de especialización en el manejo de la IA y en la composición de planos visuales para lograr el máximo realismo. El grupo de expertos ha rastreado estos clips hasta granjas de contenido que operan a través de redes interconectadas, produciendo y subiendo material de forma masiva.
Una vez subidos a las plataformas, el algoritmo hace el resto, viralizándolos en cuentas mayormente hispanas, mientras generan pánico, malestar e incluso odio hacia la actual administración.
Al parecer, este efecto se está logrando sobre todo en comunidades como la cubana y la venezolana, que han cambiado su percepción sobre Trump, a pesar de que el mandatario advirtió desde el minuto cero que, en su segundo mandato, llevaría adelante la mayor campaña de deportación de ilegales de la historia.
Frenar el algoritmo no es fácil, porque TikTok y Meta viven del engagement, y estos clips disparan dopamina pura: miedo, sorpresa, ira… todo junto. Para bajarle el pulso, las plataformas podrían imponer watermarks obligatorios en todo video generado por IA o ralentizar la distribución si detectan patrones masivos de subida desde una misma IP. Pero, claro, eso también frena a creadores legítimos.
Desde el punto de vista psicológico, el malestar generado por este tipo de contenido tiene como factor central la urgencia: el cerebro percibe una amenaza inmediata y la comparte antes de pensar. Si la gente se obligara a pausar y preguntarse “¿esto ya lo vi antes?”, la bola de nieve se detendría. Simple, pero casi nadie lo hace.
En psicología se conoce como reactividad emocional o, más específicamente, efecto de amenaza percibida: cuando algo choca contra tu identidad, tu familia o tu seguridad, la amígdala se activa, libera cortisol y noradrenalina, y el pensamiento lógico se va al carajo. Compartes, reaccionas, llamas a tu prima y posteas en redes que Trump es un HP. Es instinto puro, no una decisión racional.
Lamentablemente, estamos viviendo en una sociedad enferma, y este fenómeno se agudizará aún más en los próximos tres años que faltan para que Trump abandone la Casa Blanca.
Ya no se piensa con neuronas, sino con emociones, y esto es posible porque la comunidad hispana es cada vez más ignorante, producto de la baja educación y la renuncia a la lectura, reemplazadas por las pantallas.
Parafraseando a dos amigos: los cubanos han sufrido la peor de las metamorfosis, pasar de Kubanoides a Toletoides