Imagina esto: Cuba, la eterna telenovela revolucionaria del Caribe, donde el guión nunca cambia, los actores son geriátricos y el público está demasiado tieso para que le importe.

Con tinta de Atuey-El timo de La Habana

En su cuenta -@Atuey4- hizo un reposteo con comentario de una publicación de Cubanet sobre la historia del próximo puesto a dedo en Cuba. Aquí la comparto no sin antes recordarles que lo más importante es razonar con cabeza propia para trazar el camino hacia lo que creas coherente con tu pensamiento y tu realidad.

El Timo de La Habana: El Puño de Hierro de GAESA y el patético desfile del PCC / por un observador muy Cabreado, Octubre de 2025

-Imagina esto: Cuba, la eterna telenovela revolucionaria del Caribe, donde el guión nunca cambia, los actores son geriátricos y el público está demasiado tieso para que le importe. Desde que Raúl Castro abandonó el escenario principal en 2021, dejando a Miguel Díaz-Canel como el desventurado hombre de paja, la isla ha sido un máster en caos: apagones, colas para el pan y un millón de cubanos huyendo a Miami más rápido de lo que se dice “Tarea Ordenamiento”. Pero en medio de este desastre, el verdadero poder no está en el parlamento ruinoso de La Habana ni en las aburridas reuniones del Partido Comunista de Cuba (PCC). No, querido lector, los hilos los mueve el oscuro trajeado de GAESA, el coloso económico-militar que es menos un conglomerado y más una mafia con mejor marca. ¿El PCC? Solo un grupo de aduladores y matones aferrados al statu quo como lapas a un barco que se hunde, sabiendo que si la revolución se va al garete, tendrán que correr por sus vidas sin dónde esconderse. Abróchate el cinturón, porque esto no va de adivinar el futuro de Cuba con hojas de té y suspiros nostálgicos: va de forjar un machete lo bastante afilado para cortarle la cabeza al cártel comunista de La Habana.

seguir

GAESA: El Verdadero Rey de Cuba Vamos a dejar de lado la retórica. El Grupo de Administración Empresarial S.A. no es solo un negocio: es el corazón palpitante de la cleptocracia cubana. Controla desde hoteles hasta remesas, puertos y petróleo, con sus tentáculos chupando dólares mientras los cubanos hacen cola por migajas. Desde que Raúl entregó las riendas del PCC a Díaz-Canel en 2021, el agarre de GAESA solo se ha apretado. La muerte de su antiguo capo, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, en 2022 pudo haber sido un traspié, pero el clan Castro no perdió el compás. Entra en escena Oscar Pérez-Oliva Fraga, bisnieto de Raúl, que ha escalado el resbaladizo poste hasta viceprimer ministro en octubre de 2025, sin soltar el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión. ¿Coincidencia? Por favor. Esto es nepotismo tan descarado que hace que los Tudor parezcan un concurso de méritos. La fortaleza de GAESA radica en su pragmatismo: no le importa la crisis o la pobreza, solo el vil metal para sus dueños. Mientras Díaz-Canel balbucea sobre “continuidad” y el PCC aprueba sus tonterías con sello de goma, GAESA asegura la supervivencia del régimen manteniendo a los militares gordos y leales con las divisas que saquea de remesas a los familiares secuestrados y turistas de la utopía convertida en pesadilla. ¿Apagones en 2025? ¿Protestas o quejas por estanterías vacías? Los que protestan, desorganizados y valientes, se llevan palos y cárcel de un régimen que lleva 67 años perfeccionando el garrote, mientras los cofres de GAESA—repletos de dólares robados—mantienen los tanques rodando y las porras del MININT golpeando sin piedad. El retoque constitucional de julio de 2025, eliminando el límite de 60 años para presidentes, no fue para refrescar el liderazgo: fue para asegurar que Raúl (94) y sus compinches como Ramiro Valdés (93) puedan seguir dirigiendo el espectáculo, aunque los traigan en camilla.

seguir

El PCC: Un Desfile de Títeres El PCC, mientras tanto, es una farsa: una sala llena de perros que asienten y aplaudirían un apagón si Raúl se lo ordenara. Díaz-Canel, el supuesto presidente y jefe del PCC, es menos un líder y más una piñata humana, absorbiendo la rabia pública por el desastre económico de la Tarea Ordenamiento mientras los intocables de GAESA cuentan sus ganancias. El papel del partido es mantener la ilusión de gobernanza, sacando a “dinosaurios históricos” como Valdés o Guillermo García (97, probablemente echando una siesta en las reuniones) para agitar la bandera revolucionaria cuando estallan las protestas. La aparición estelar de Raúl en el Consejo de Defensa Nacional en octubre de 2025, pasando por encima de Díaz-Canel, fue un recordatorio: el PCC es una fachada, y el poder real está con quienes controlan las armas y el oro. Estos apparatchiks no solo son pusilánimes: están aterrorizados. Desde las protestas del 11J en 2021, el régimen ha reprimido con mano dura, encarcelando disidentes y purgando a ministros desleales como Alejandro Gil en 2024. ¿Por qué? Porque si el statu quo se derrumba, no hay plan de exilio para estos lacayos de segunda. A diferencia de los Castro, que tienen las cuentas offshore de GAESA para amortiguar su caída, los soldados rasos del PCC saben que una revuelta podría significar un billete de ida a una farola. Su supervivencia depende de mantener la máquina engrasada, incluso mientras los cubanos huyen en masa: más de un millón se fueron entre 2022 y 2025, reduciendo la población en un 10%.

Seguir

—Los Adivinos y sus Bolas de Cristal Riamos a carcajadas con los que pasan sus días escudriñando el futuro de Cuba como si fuera un horóscopo de mercadillo. Un grupo se desgañita porque el régimen saca del sombrero a otro Castro —¡sorpresa!— y unge a Oscar Pérez-Oliva Fraga como heredero aparente. ¿Listo para el trono en 2028, como si Cuba fuera una monarquía con mejores cigarros? Desde que Fidel irrumpió en 1959, el nepotismo es el pan de cada día, y aún hay quien se asombra como si fuera novedad. Otro grupo apuesta por Ramiro Valdés, el comandante nonagenario, tomando las riendas del PCC para coronar a un general de mano dura, porque nada dice “revolución” como un anciano de 93 años al timón. Ambos escenarios tienen un grano de verdad: el ascenso de Pérez-Oliva a viceprimer ministro en octubre de 2025 es real, y Valdés sigue respirando, pero no ven el bosque por los árboles. Predecir quién llevará la corona es tan útil como discutir el retrógrado de Saturno mientras La Habana arde. El poder real lo tiene GAESA, no los títeres del PCC. Pragmáticamente, el escenario de Pérez-Oliva (65% probable) lleva la delantera: su nuevo cargo señala una estrategia de prioridad familiar, tapando el hueco dejado por López-Calleja en 2022. Valdés como jefe del PCC (35%) es menos creíble: a sus 93 años, sin señales de ascenso, es más símbolo que estratega, aunque su historial represivo encaja con el pánico del régimen. Ambos son distracciones del dominio de GAESA. El equilibrio desde 2021 es cristalino: Díaz-Canel como figura decorativa, la familia Castro en la economía, los militares en las calles, y Raúl moviendo los hilos desde el Consejo de Defensa Nacional hasta que la biología diga basta.

seguir

—Cortarle la Cabeza a la Hidra de La Habana Basta de juegos de adivinación. Si quieres matar a la bestia, no le pides amablemente que se jubile: vas por la yugular. GAESA es la hidra, y sus tentáculos se extienden mucho más allá de La Habana, desde las remesas de Miami hasta las cuentas bancarias de Londres. Para derribarla, necesitas un machete forjado con precisión, no sueños. Aquí va el plan, con un toque de sarcasmo británico: 1. Matar de Hambre a la Bestia Financieramente: Golpea a GAESA donde duele: su cartera. Endurece las sanciones a sus filiales globales, como los hoteles de Gaviota o las estafas de remesas de CIMEX. Congela sus cuentas offshore; haz que sus oligarcas suden. Las sanciones de EE.UU. en 2025 contra Díaz-Canel son un comienzo, pero son alfilerazos. Que Europa y Canadá dejen de canalizar dólares turísticos a los resorts de GAESA. Cada libra gastada en un mojito de Varadero es una bala para la pistola del régimen. 2. Sabotaje y Boicot, Dentro y Fuera: En Cuba, amplifica la disidencia con interrupciones específicas: ciberataques a la logística de GAESA, filtraciones que expongan su corrupción. En el extranjero, boicotea sus fachadas: avergüenza a las empresas que hacen negocios con la mafia de La Habana. Las protestas del 11J mostraron que los cubanos no tienen miedo; dales herramientas, no tuits. 3. Sin Piedad con los Intermediarios: Los secuaces del PCC solo son leales hasta que el barco se hunde. Presiónalos con exposiciones públicas: nombra y avergüenza a cada apparatchik que se lucra con la miseria. Haz que teman más a la turba que a sus amos. Basta de Juegos de Adivinación El futuro de Cuba no es un juego de salón para académicos o exiliados tomando cafecito en Miami. La mafia de La Habana, con GAESA como su banco y el PCC como su animadora, prospera porque se lo permitimos. Cada día gastado debatiendo si Pérez-Oliva o Valdés tomará las riendas es un día perdido. El régimen no es un rompecabezas que resolver: es un cáncer que extirpar. Ve por las arterias de GAESA, desde sus tuberías de dólares hasta sus fachadas globales, y no te detengas en sanciones: sabotea, boicotea, expón, repite. Si queremos enterrar al cártel comunista de La Habana, hay que blandir el machete en todas direcciones, sin dar cuartel. Cualquier cosa menos, y solo estaremos aplaudiendo el próximo acto de la trágica farsa de Cuba.

Mi sugerencia como siempre es que leas los comentarios y los repost con comentarios. Luego razona y traza el camino hacia lo que creas coherente con tu pensamiento.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.