El presente está tomado por los innombrables. Así de simple -innombrables (sin apellidos). Olvídese de «si son de izquierda o de derecha». Es el espectro de todos estos años de ingeniería social. Reconozco que por ahí se usan términos como -extremistas – radicales- de izquierda extrema de derecha extrema. Por eso a veces es difícil una conversación lógica y coherente.
Esto va desde los influ-bloguer, los influ-flautas de este tiempo hasta los que apelan a la Biblia, al Código de Hammurabi, a las memorias de Alejandro Magno, a la Democracia de atenienses, a los que usan el estandarte de Roma y la República, a los que toman las frases de cuanto filósofo del pasado creen oportuno para estamparte en los espacios de X o en las tertulias de otras redes sociales, toda una suerte de conceptos y definiciones que la «gran masa» apenas puede digerir».
Hay manipuladores en todas partes. Y hay operaciones de inteligencia desde el pasado lejano. Esos manejadores usan los términos, las definiciones según convenga.
-¿radicales, extremistas? No se sabe.
Vivimos el momento exacto en que lo que va a pasar el día después te lo noticiaron antes. Este es el tiempo en el que las noticias de hoy ya lo habían sido -en Internet- hace semanas, meses. Así de simple.
PARTE 2-La narrativa de unos ante la clarividencia de otros.
Nada mejor dicho y expuesto que desde el mismísimo «Mises Institute». No es una definición de Izquierda o Derecha, menos aún de las indeterminaciones de los Centros como parte también de las corrientes ideológicas que han redefinido la Política de los últimos 200 años y nos llevan al abismo. Es una denuncia moral contra la corrupción de la gestión política y sus representantes (todos), que desde las Administraciones Norteamericanas son mejores y más fieles empleados subsidiados por las Nóminas de «AIPAC», que lo que debería ser como representantes asalariados por la expropiación de capital privado de los contribuyentes… -Somos una Nación ocupada-
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