Marco Rubio anunció el cese de sus funciones interinas en USAID y el paso de la responsabilidad a Russ Vought. De acuerdo con el informe del Secretario de Estado de EEUU el nominado se encargará de supervisar «el cierre de una agencia que hace mucho tiempo se descarriló».
En las redes se destacaron las palabras de Rubio quien expresó: Bromeé con @POTUS que tenía cuatro trabajos. Me dijo que le diera uno a mi amigo @RussVought47. Así lo hice. Desde enero, hemos ahorrado a los contribuyentes decenas de miles de millones de dólares. Y con la transferencia de un pequeño conjunto de programas esenciales al Departamento de Estado, USAID está oficialmente en fase de cierre. Russ ahora está al mando para supervisar el cierre de una agencia que hace tiempo se descarriló. ¡Felicidades, Russ!
Como siempre CNN hizo el «trabajo» y emitió un montaje de Rubio a lo largo de los años promocionando a USAID como vital para la seguridad nacional de Estados Unidos. Video con un segmento tomado de CNN
Una búsqueda rápida arrojó que: Director de la OMB, Russ Vought se incorporó a la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) tras la toma de posesión del presidente Trump.
Anteriormente, Vought fue recomendado como subdirector y director interino antes de su confirmación como director de la OMB en julio de 2020. En su cargo, es responsable de supervisar la implementación de las agendas políticas, de gestión y regulatorias del presidente en todo el Poder Ejecutivo.
Antes de incorporarse a la Administración Trump, el Director Vought trabajó durante más de 20 años en Washington D. C. con organizaciones de base y de políticas públicas. Antes de incorporarse a la Administración, trabajó durante siete años como Vicepresidente de Heritage Action for America. Previamente, trabajó en el Capitolio como Director de Políticas de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, bajo la dirección del entonces presidente Mike Pence, y como Director Ejecutivo del Comité de Estudio Republicano (RSC), además de ser asistente legislativo del senador estadounidense Phil Gramm.
Con IA: Detalles clave del anuncio
Cierre oficial: el 1 de julio de 2025, las principales operaciones de USAID cesaron oficialmente y los programas restantes se fusionaron con el Departamento de Estado.
Justificación del cierre: La declaración de Rubio describió a USAID como una agencia que «hace mucho tiempo que se descarriló» y fue «fiscalmente irresponsable». La administración sostuvo que la financiación de la agencia no se alineaba con los intereses nacionales de Estados Unidos.
Recortes de programas: Tras una revisión de seis semanas ordenada por el presidente Trump en enero de 2025, la administración anunció en marzo la cancelación del 83 % de los programas y 5200 contratos de USAID. El 17 % restante se transfirió al Departamento de Estado.
Nueva supervisión: Como parte de la fase final, se nombró al director de la OMB, Russ Vought, un crítico abierto de la agencia, para supervisar la liquidación de la agencia.
Polémica y oposición: El desmantelamiento de USAID ha encontrado una oposición significativa y enfrenta múltiples demandas.
–Desafíos legales: Jueces federales han dictaminado que la administración se extralimitó en su autoridad al congelar y recortar unilateralmente los fondos de ayuda exterior asignados por el Congreso. La constitucionalidad de la medida sigue siendo objeto de controversia. –Impacto humanitario: Organizaciones de ayuda humanitaria y expertos en salud mundial han advertido sobre consecuencias nefastas. Un estudio publicado en la revista médica The Lancet estimó que los recortes podrían contribuir a millones de muertes evitables, mientras que organizaciones humanitarias han reportado impactos devastadores en poblaciones vulnerables. Preocupaciones por el desperdicio: Las acciones de la administración también han dado lugar a informes de desperdicio de recursos, incluida la incineración de ayuda alimentaria y anticonceptivos que estaban a punto de caducar o estaban atrapados en un limbo administrativo. Riesgo para la influencia de EE.UU.: Los críticos, incluidos ex presidentes de ambos partidos, han argumentado que poner fin a USAID disminuye el liderazgo y el «poder blando» de EE.UU., cediendo potencialmente influencia a rivales como China.
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