Pocos días despues del cierre definitivo de USAID comienzan los reportes de los afectos que esto causa en los países que recibían las ayudas mientras los despedidos del Estado Profundo se convierten en villanos de Bond en un intento de sabotear a Trump
Se acostumbraron tanto a mamar de papá estado que ya no pueden vivir de la iniciativa privada. Esgrimen el argumento de la «democracia» que yo califico como la enfermedad de la democratitis. No saben, no quieren, no pueden vivir en libertad.
Según el sitio notus/org funcionarios despedidos de la extinta Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y del Departamento de Estado se están uniendo en un esfuerzo por combatir a Trump mientras están preocupados por el “futuro de la democracia” bajo su liderazgo.
notus.org. enfatizó que el Departamento de Estado decidió recortar fondos y ahora, exfuncionarios de USAID y del Departamento de Estado están buscando maneras de socavar a Trump, uniéndose para realizar talleres sobre el tema de la «no cooperación» y así ayudar a construir una comunidad dispuesta a participar en actos de rebeldía menores y, quizás, eventualmente, en una huelga nacional, según declararon exfuncionarios a NOTUS.
“Escuchen lo que les decimos a quienes trabajamos en países autoritarios: nos hemos convertido en uno”, dijo un funcionario federal a NOTUS. “Se apresuraron a desmantelar AID, el grupo que supuestamente instiga revoluciones de color. Pero cometieron una gran estupidez. Simplemente liberaron a un grupo de individuos bien entrenados en su población. Si hubieran mantenido nuestras oficinas funcionando y nos hubieran hecho jugar al solitario en la oficina, habría sido más seguro mantener su régimen”.
Con el cierre el día 1 de julio de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se dio fin a 3 a tres décadas de labor humanitaria en todo el mundo.
Hasta ahora y siempre de acuerdo con Notus durante seis meses, los medicamentos, médicos, alimentos y escuelas previamente financiados por Estados Unidos en países vulnerables han estado fuera de servicio, después de que la administración Trump suspendiera unilateralmente el gasto aprobado por el Congreso para dichos programas.
El impacto de la congelación de la ayuda exterior fue inmediato: un refugiado birmano que necesitaba oxígeno falleció a principios de febrero después de que un hospital financiado por Estados Unidos que proporcionaba tratamiento cerrara repentinamente debido a una orden de suspensión de labores del Departamento de Estado.
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Un comentario en “Cierre de USAID causa más lamentos en los despedidos que en los beneficiados de otros países”