El 10 de enero de 1971, cuando llevaba poco tiempo en las filas de los “Tupamaros”, José «Pepe» Mujica asesinó al humilde cabo de la policía, José Leonardo Villalba para robarle su arma de dotación y la billetera en la que guardaba el sueldo que acababa de cobrar. Según el informe forense, el cuerpo del cabo Villalba recibió siete balazos, todos por la espalda. Mujica nunca respondió por ese asesinato brutal.
Enlace –Lo remataron-–Enlace- Así lo reflejó la prensa–
Enlace cuatro fotos de Mujica
El post surge luego de @mauriciomacri escribiera: Mi recuerdo y mi respeto para Pepe Mujica. Fue una persona honesta, comprometida con sus ideas y con la historia de su país. Mis condolencias al pueblo uruguayo, a su familia y amigos.
Por su parte Agustín Laje escribió al comentario de Macri en X: “Estar comprometido con sus ideas” no es ningún mérito: los más sanguinarios déspotas también han estado “comprometidos con sus ideas”. Es más: cuando las ideas en cuestión son una MIERDA, estar comprometidos con ellas no es una virtud, sino un peligro. Doble peligro es cuando el compromiso con esas ideas de MIERDA llevan a integrar grupos terroristas para imponerlas a la fuerza, destruyendo la vida de compatriotas. Y esto es lo que hizo en vida Mujica.
Macri, tanta corrección política da asco. Si el kirchnerismo te pasó por encima, fue por esas formas deleznables que tenés. La prensa elogia tus formas porque desprecia tu política. Lo tuyo no es buena educación ni respeto: es pusilanimidad y cobardía.
En fin, a un criminal el poco tiempo que le dedico siempre será para recordar a las víctimas y resaltar los crímenes y la perversión del victimario,
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