De operaciones contra ‘nicas’ a proyectos en PMC Blackwater

Un cubano experto en operaciones clandestinas con 24 años de experiencia accede a conversar con Armapedia.

Enrique ‘Ric’ Prado revela detalles de sus 24 años en operaciones clandestinas y paramilitares en la CIA. Desde sus 3 años junto a los contras nicaragüenses, hasta liderar misiónes para buscar a Bin Laden y dirigir proyectos ‘especiales’ en la Private Militaries Company Blackwater.

Fue entrevistado por Jorge Rojas de origen mexicano que a sus 22 años dirige el canal ARMAPEDIA con cerca de 4 millones de seguidores. De acuerdo con El Heraldo de Juarez el joven «es un apasionado por las armas de fuego; su ímpetu lo llevó a construir un canal en YouTube para llevar el conocimiento de las mismas como una asistencia educativa a toda la gente que desee aprender sobre el tema».

En el artículo expone la pasión por las armas y el derecho del ciudadano a portarlas.

«Con relación a que las armas sean de acceso entre la población civil, Jorge Rojas opinó que está a favor de las armas, que el ejemplo de Estados Unidos en el que en la Segunda Enmienda permite a la población civil poseer una pistola, un rifle precisamente para evitar que un tirano pudiera apoderarse de su país».

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Publicado 28 febrero 2023 Por Álvaro J. Álvarez. Exclusivo para LIBRE

Enrique Prado nació el jueves 3 de mayo de 1951. Su padre Enrique y su madre Zoila, su hogar hasta 1962, estaba en la calle Juan Bruno Zayas del pueblo de Manicaragua, situado a 35 km. al Sur de Santa Clara y a 60 km al Norte de Trinidad. El Salto del Hanabanilla está a 22 km al Suroeste y Topes de Collantes a 47 km al Sur.

Manicaragua se encuentra en la vertiente norte de la Sierra del Escambray, zona de historias de luchas y alzamientos tanto en el gobierno de Batista como luego de la traición de Fidel Castro, muchos de aquellos alzados, volvieron a tomar las armas contra los comunistas.

En 1958, Enrique tenía 7 años cuando sus padres lo dejaron al cuidado de Crucita, una muchacha de 16 años que hacía como de niñera. Ellos se fueron para Santa Clara en el Pontiac 1957 de dos puertas, que su padre había comprado, nuevo de paquete, por $2,500.

Cuando ellos estaban disfrutando un show en su TV de 13” de pantalla blanca y negra, oyeron ruidos en el portal de su casa. Enrique abrió la ventana y vio debajo de ella un guerrillero con un sucio traje de camuflaje verde que acostado en el suelo empezó a disparar su rifle hacia un bar cercano, siempre frecuentado por policías y soldados.

El niño Prado vivió momentos de terror aquella noche, en la lucha entre cubanos cuando guerrilleros del Directorio se enfrentaron, en las mismas calles de Manicaragua al Ejército en 1958. Aquel ruido de los disparos lo tiene aún después de 65 años, grabado en sus recuerdos. Luego la noche se transformó en un silencio total, la guerrilla había regresado a sus escondites en El Escambray.

Enrique estaba estudiando en una escuela en Santa Clara, su madrina lo cuidaba y los fines de semana regresaba a su casa en Manicaragua.

Los rebeldes del Directorio Revolucionario 13 de Marzo tomaron Manicaragua el 23 de diciembre de 1958.

Cuando Fidel Castro tomó el poder, los cambios fueron bruscos y casi instantáneos. La primera ley interventora se publicó el 17 de mayo de 1959.

Su padre Enrique Teófilo Prado era dueño de un tostadero de café, llamado El Cañón y tenía 10 empleados. El 13 de octubre de 1960 se lo robaron y después de seis meses lo cerraron porque no había quien operara las máquinas. Por eso, su padre no lo pensó dos veces y decidió que debían marcharse del país. Enriquito era  hijo único y él no quería que viviera en esa esclavitud, que es el comunismo.

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INICIOS EN TÁCTICAS ESPECIALES

Glenn Richardson era su compañero en la clase de Oceanografía y fue quien le habló de la vida de un PJ y le presentó a Alan (Al) Stanek un verdadero especialista en la materia. //Los PJ fueron creados en 1946. Los paracaidistas de tácticas especiales de la Fuerza Aérea, también conocidos como PJ, es la única especialidad del Departamento de Defensa específicamente capacitada y equipada para realizar operaciones de rescate convencionales o no convencionales. Un pequeño número de PJ están asignados al Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea. La función principal de un PJ es como especialista en recuperación de personal, con capacidades médicas de emergencia en entornos humanitarios y de combate. Los PJ se despliegan de cualquier manera disponible, para incluir tácticas aire-tierra-mar, en entornos restringidos para extraer, tratar, estabilizar y evacuar al personal herido mientras actúan en un papel de recuperación de evasión del enemigo. //Para poder pertenecer a PJ tienen que pasar una prueba física como esta: 8 planchas en menos de 2 minutos, 50 abdominales en menos de 2 minutos, correr 1.5 millas en menos de 10 minutos y 20 segundos y nadar 500 metros en 12 ½ minutos. //De las 143 medallas Estrella de Plata concedidas a los miembros de la Fuerza Aérea de los EE.UU. durante la Guerra de Vietnam, 98 eran Pararescue de la Fuerza Aérea (PJs).

LA DESPEDIDA Y EL COMIENZO

El 26 de diciembre de 1971, Enrique se fue de su casa para comenzar su entrenamiento. La despedida se puso fea porque su padre estaba furioso y su madre se echó a llorar. 

Se alistó en la Reserva de la Fuerza Aérea de los EE.UU. y completó el entrenamiento básico en Lackland AFB, Texas, en febrero de 1972. Allí tuvo de compañero de clase a Steve Hutchinson un campeón estatal de natación. Su entrenador fue el legendario Jon K. Hoberg (1946-2008) uno de esos 98 PJs galardonados en Vietnam.

Como parte de su entrenamiento de Pararescate le tocó estar en la Escuela Aerotransportada del Ejército en Fort Benning, Georgia y en la Escuela Naval de Nadadores Subacuáticos en Key West, Florida.

Allí fue donde aprendió a lanzarse en paracaídas, bucear, pero más que nada, se convirtió en un paramédico con la misión de sacar a pilotos o agentes que se encuentran atrapados en territorio enemigo en medio de operaciones especiales.//Luego, el sargento Prado fue enviado al 301 Escuadrón Aéreo de Rescate en la Base de Homestead, al sur de Miami, desde 1972 hasta el 31 de mayo de 1976, seguido de servicio como médico especialista en la Compañía C, 3er Batallón del 20º Grupo de Fuerzas Especiales de la Guardia Nacional del Ejército de Florida estacionado en Fort Lauderdale, Florida.

En 1974 Prado envió solicitudes escritas a mano tanto a la CIA como al Servicio Secreto, pero ninguna fue aceptada.

Desde el 1 de junio de 1976, trabajó para el Metro Dade Fire Rescue y se unió a la Guardia Nacional para convertirse en Boina Verde, hasta que recibió una baja honorable.

El 18 de febrero de 1976 el entonces presidente Gerald R. Ford firmó la Orden Ejecutiva 11905 que era un esfuerzo por reformar la Comunidad de Inteligencia, mejorando la supervisión de las actividades de inteligencia extranjera y prohibir el asesinato político. Posteriormente esa OE fue modificada o fortalecida por la Orden Ejecutiva 12036 de Jimmy Carter en 1978.

Por esa época Enrique estaba divorciado y en una fiesta en casa de su primo conoció a Carmen, ella trabajaba en un Banco en Miami y desde un principio ella le había tocado el corazón.

En la primavera de 1980 la Agencia estaba buscando un médico para trabajar un contrato corto con la División de Actividades Especiales (SAD) responsable de todas las coberturas de operaciones paramilitares. SAD era la parte élite de la CIA, era donde estaba la acción y le encantó ser parte de ella.

Todd Farley, del New York Post escribió el 26 de febrero de 2022: “Su solicitud para la CIA había sido rechazada, pero la agencia lo llamó en 1981, cuando necesitaban un oficial de habla hispana con habilidades de supervivencia y coj… Inicialmente, trabajó en las oficinas médicas en Langley,Va. (donde están las oficinas centrales de la CIA). 

Construyó botiquines e hizo un poco de trabajo de laboratorio. En junio de 1980 voló a Arizona para apoyar un curso de supervivencia en el desierto de dos semanas donde trabajó con operadores y oficiales reales. Era la oportunidad de su vida.

El viernes 4 de julio de 1980, al finalizar las dos semanas salió del desierto y llamó a su casa. Cuando su mamá contestó estaba sollozando, era que su querido abuelo Emilin acababa de morir en Cuba.

PRADO EN NICARAGUA

El martes 17 de julio de 1979, Anastasio Somoza salió huyendo de Nicaragua, abandonando el poder y logrando el triunfo de los sandinistas. Cuando habían pasado 428 días, el miércoles 17 de septiembre de 1980, Somoza fue asesinado en plena calle de Asunción en Paraguay por un comando comunista entrenado y dirigido por el coronel castrista Andrés Barahona López (1930-2009) alias Renán Montero Corrales, alias Moleón, alias Iván (1966-1967, estando en La Paz, Bolivia para ayudar al Che). Fundó el aparato de Seguridad del Estado en Nicaragua.

El presidente Reagan tomó posesión el 20 de enero de 1981 y enseguida la CIA recibió su apoyo para tratar de cambiar el curso del gobierno sandinista, que estaba apoyado por Cuba. Pero como no tenían oficiales paramilitares nativos de habla hispana allí, determinaron que él era la persona indicada para comenzar a entrenar a la incipiente guerrilla, lo mismo como médico, que como militar. Le asignaron su primer alias, Alex. Le reservaron un vuelo a Tegucigalpa. Su trabajo consistía en ir a los diez campamentos que se encontraban dispersos a lo largo de la frontera entre Honduras y Nicaragua y ayudar a capacitarlos y organizarlos mientras generaba confianza.

Esos campamentos estaban en lugares remotos y difíciles de poder llegar hasta ellos a no ser por malísimos caminos o en helicópteros. Los Contras, como se denominaban aquellos guerrilleros estaban divididos internamente en facciones y líderes rivales. Los Miskitos de la costa este estaban dispuestos a pelear contra Ortega, pero los otros grupos de Contras, desconfiaban de ellos por sus sueños de autonomía.

Las fuerzas armadas hondureñas les proveían algún apoyo, pero los Contras carecían de armas, comida, ropa y zapatos.

Entre las cosas más difíciles que tuvo que hacer en su primer mes allí, fue enfrentarse a los argentinos, un grupo del ejército argentino enviado para entrenar y equipar a los Contras. Eran ocho entre sargentos y oficiales que rara vez se molestaban en visitar el campamento.

Ric tuvo sus diferencias con uno de ellos, un alto oficial argentino que superaba en rango a Prado que no podía creer que un humilde “capitán estadounidense” se atreviera a hablarle de esa manera, pero Prado sonrió y le explicó que “la parte importante es EE.UU”.

Cuando ese oficial se quejó con los altos mandos estadounidenses sobre la insubordinación de Prado, le dijeron: “Ric es nuestro hombre”. Traducido del lenguaje militar, escribe Prado, eso significaba “F… you” y después de eso, los argentinos hicieron lo que se les dijo.

Los miskitos necesitaban armas, dinero y suministros. Si podíamos hacer fluir los suministros, sabía que podía ganarme la confianza de todos los Contras, no solo de los Miskitos.

La Agencia envió al coronel Ray para sustituir al comandante Joel, que regresó a casa. Con su cámara de 35 mm Prado tomó fotos de todos los campamentos.

William “Bill” Casey fue nombrado por Reagan el 28 de enero de 1981 como director de la CIA y cuando Prado regresó a Langley, el coronel Ray le presentó a Bill Casey diciendo: “Sr. Director este es Alex nuestro hombre en los campamentos”. Casey mirándolo le dijo: “Yo adoro tus fotos, sigue enviándolas”.

ÉXITO EN LAS MISIONES

Durante los próximos meses, Casey regresó a Honduras un par de veces para entrevistarse con los jefes de los Contras, así como con los argentinos. Siempre el traductor fue Ric.

Enrique Prado tomó un grupo de buzos de langosta y los convirtió en hombres rana (los llamó Barracudas) que efectuaron varios sabotajes en puertos de Nicaragua. 

Ric muy contento por el éxito de sus misiones dijo: “Aquí estoy yo, el cubanito y ahora le acabo de cortar algunos de esos tentáculos a ese maldito pulpo”.

Un tanque con 2,000 toneladas de gasóleo había sido incendiado también en el puerto Benjamín Zeledón, situado entre Puerto Cabezas y Blueffields, en la costa del Mar Caribe.

Lo otro que aprendió Ric, es que en la Agencia, si no tomas riesgos, no estás trabajando. El trabajo de la CIA es hacer lo que las otras agencias no pueden, por legalidad o por la forma en que están estructuradas. Eso fue reforzado en esas operaciones. Sí fueron riesgosas, pero también tuvieron un impacto muy grande. El más grande fue cuando unos buzos Miskitos que entrenó y él explotaron el muelle de Puerto Cabezas, que era el ombligo de toda la ayuda que venía de Rusia a Cuba, de Cuba a ellos y de ellos a El Salvador u otros lugares.

En uno de sus viajes a casa, en 1982, Enrique formalizó su relación con Carmen. Poco tiempo después vino a casarse y se fueron juntos para Tegucigalpa, viviendo cerca de otros miembros del team de Ray. Poco tiempo después salió embarazada de su primer hijo. 

RETORNO A AMÉRICA E INSTRUCCIÓN ACADÉMICA

Al terminar su labor con los Contras, en marzo de 1984 había llegado la hora de pasar de ser un entrenador paramilitar para convertirse en un verdadero espía. Regresó a los EE.UU. y por supuesto esperaba vivir una vida normal, rentaron una pequeña casa en Virginia y empezó un acelerado programa en la Universidad George Mason. En los primeros 2 años obtuvo créditos suficientes para una licenciatura. Luego en los próximos 9 meses, estudiando fuerte en clases de religión, geografía, historia y geopolítica se pudo graduar después de escribir su tesis sobre contraterrorismo.

Llegó en el verano de 1986 a su nuevo trabajo en la estación de El Salvador cuyo jefe era Joseph F. Fernández (Joe-1937) policía en el Sur de Florida antes de la CIA, que estuvo acusado en el caso Irán-Contra y representó la primera vez que un jefe de estación fue acusado de delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones como oficial de la CIA. Luego que el caso fue desestimado y se retiraron los cargos, fundó Guardian Technologies International con Oliver North.

Uno de los acontecimientos de mayor repercusión pública durante el período de Casey al frente de la CIA fue el caso Irán-Contra. En el caso estuvieron implicados altos cargos del equipo de Reagan así como miembros de la CIA. El asunto fue destapado por una comisión de investigación del Senado de EE.UU. en 1986. Casey fue llamado a declarar, pero horas antes del interrogatorio, fue declarado inhabilitado para testificar y posteriormente hospitalizado. Murió de 74 años el 6 de mayo de 1987, debido a un tumor cerebral. 

Todo salió a la luz cuando un avión de la CIA fue derribado sobre Nicaragua y uno de sus tripulantes, un ex marine llamado Eugene Hasenfus, fue capturado. Los sandinistas rápidamente mostraron al mundo, fotos y filmaciones de la inteligencia extraída del bolsillo de Hasenfus, números de teléfono de contacto, tarjetas de presentación, notas, recibos. Fue una 

revelación catastrófica de nuestro esfuerzo por apoyar de forma encubierta a los Contras.

Prado dijo: «Lo primero que te enseñan cuando sales, es sacudirte, asegurarte de no tener nada que te comprometa. Él tenía todo tipo de cosas. Entonces, eso hizo estallar todo el programa».

Sobre este trabajo contra los sandinistas, Enrique dijo: “Empecé en la CIA, trabajando encubierto con rebeldes anticomunistas en campamentos en la jungla de Honduras, siendo el único oficial de la CIA que operaba en aquellos campos, toda la capacitación que recibieron, era yo quien la dirigía para ellos. Fue el mejor trabajo que he tenido».

“La mayoría de los contras con los que trabajé durante esos 36 meses, eran simples, amantes de Dios y muy religiosos, que se arriesgaban solo para recuperar su país».

MISIONES: FILIPINAS, COREA DEL NORTE…

En el verano de 1990, fue enviado a Manila, Filipinas, para dirigir operaciones de contraterrorismo e insurgencia contra los maoístas del Nuevo Ejército del Pueblo (NPA), el brazo armado del Partido Comunista de Filipinas. En ese momento la presidente era María Corazón Aquino y la NPA se encargaba de realizar atentados contra funcionarios del gobierno filipino y de la embajada estadounidense en ese país. Carmen estaba con él.

Le siguió irse más al Este y entonces Prado llegó a trabajar en Corea del Norte con el famoso jefe de la estación CIA a quien se le conocía como King Ralph y era uno de sus amigos. King Ralph era como un niño travieso, fuerte, un genio en nuestro giro, pero con una personalidad problemática. Estuvo cuatro años en Corea del Norte. En los primeros dos años, trabajó con nuestros aliados y tuvieron grandes éxitos operacionales.

En 1998, cuando King Ralph se convirtió en el jefe de la División de Asia le dijo: “Debes regresar a la lucha contra el terrorismo” y le asignó ambas Coreas. Esa fue la oportunidad que tuvo no sólo para correr el programa norcoreano, sino para ser su representante de la CIA ante el Nacional Security Council.

«Resultó ser una expansión de mi experiencia, salí de mi zona de confort y fue la primera vez que hablé en teleconferencia secreta con los líderes de cada agencia”.

Aunque Prado había vivido hasta entonces experiencias extremas, una de las misiones más importantes de su carrera llegó cuando formó parte del equipo que comenzó a rastrear el paradero de Osama Bin Laden.

El jefe de operaciones del CTC lo llamó y le dijo: “Queremos que seas el # 2 de una estación nueva que se va a crear para seguir a una persona”. Esa persona resultó ser Bin Laden.

Muchos conocedores de la CIA culpan directamente a Bill Clinton de las acciones de Bin Laden.

Ric Prado se desempeñó como Jefe de Operaciones en el Centro Antiterrorista (CTC) de la CIA durante los ataques del 11 de septiembre, 2001 donde ayudó a coordinar las actividades de operaciones especiales de la CIA/CTC con el Consejo de Seguridad Nacional y el FBI, así como con representantes militares estadounidenses élite de Delta Force y Grupo de Desarrollo de Guerra Especial Naval. 

Condecorado con la Medalla de Inteligencia Distinguida, el galardón más alto concedido a un oficial retirado. Y el premio George H.W. Bush a la Excelencia en Contraterrorismo. Además, otros 6 elogios de la Agencia Central de Inteligencia que todavía están clasificados.

En 2004 Enrique Ric Prado se retiró de la CIA como Senior Intel Service-2 (Rango de la CIA equivalente a un Mayor General, o sea de 2 Estrellas).

TESTIMONIOS

«Ric Prado como legendario oficial de operaciones de la CIA brindó casi tres décadas de servicio excepcional a su país en las asignaciones extranjeras más desafiantes, incluido el riesgo potencial de peligro físico inmediato. Ric y yo servimos juntos en CTC y él fue mi Jefe de Operaciones. No fue un burócrata que se quedaba en casa, Ric siempre buscó y sirvió en situaciones de peligro con una dedicación y coraje excepcionales».

Joseph Cofer Black (1950) Director, Centro Antiterrorista de la CIA- 2002-2004.

“Enrique Prado es un héroe estadounidense que sirvió lealmente a su país durante décadas en lugares difíciles, espiando y luchando contra enemigos duros, desde subversivos norcoreanos hasta terroristas de Al Qaeda. Desde un principio, reclutó y dirigió espías en todo el mundo. Diseñó y dirigió algunas de las operaciones más creativas y exitosas de la Agencia contra los más duros objetivos. Cuando dejé el Centro Antiterrorista de la CIA, responsable de todas las operaciones mundiales, busqué a Ric como el único candidato para reemplazarme. El liderazgo de la CIA respaldó con entusiasmo mi recomendación. Ric no me defraudó, su historia es una aventura operativa, pero más, un ejemplo de un joven inmigrante que abraza a Estados Unidos y dedica su vida a hacer que su nuevo país sea aún mejor. Un hombre de gran integridad y con un perdurable amor por Estados Unidos».                                                                                    Henry A. Crumpton. (1957) Exdirector de Operaciones, Centro Antiterrorista de la CIA. Desde 2003-2005 fue el jefe de la División de Recursos Nacionales de la CIA, responsable de todas las operaciones del Servicio Clandestino en los EE.UU.

«Además de ser un colega y amigo leal, confiable y muy estimado, Ric es uno de los mejores oficiales de inteligencia con los que trabajé en mis 30 años de carrera en la CIA. Ya sea en las selvas de América del Sur y Central o en los peligrosos y desafiantes entornos operativos del norte de África o en las capitales modernas de Asia o Europa. Sus hazañas operativas son legendarias, especialmente al atacar a insurgentes y terroristas en todo el mundo. El espionaje lo hizo excepcionalmente calificado para abordar algunos de los requisitos operativos más desafíantes de la era moderna. Ric es uno de los mejores oficiales de operaciones de su generación. Sus hazañas ayudaron a proteger la Patria y salvaron vidas estadounidenses en la era posterior al 11 de septiembre, 2001».

José A. Rodríguez (P. Rico-1948) Director, Servicio Nacional Clandestino, CIA. 2004-2007).

SUS MEMORIAS Y EL RECONOCIMIENTO

Enrique escribió su libro Black Ops, porque sentía tener una deuda de honor con sus colegas, 137 personas (actualmente son 139 estrellas en la pared en Langley) que donaron sus vidas por este país anónimamente, en su mayoría. Un tercio de ellos murieron después del 9-11-2001 y a varios los conocía muy bien. El libro está diseñado para hacer una interpretación correcta de su Agencia y lo más importante, lo que es la dedicación, el patriotismo y el sacrificio de sus colegas. Además, siempre le molestó ver cómo Hollywood muestra a la CIA con la peor reputación entre todas las Agencias del Gobierno. Está seguro que se merecen una mejor apreciación pública y no la despreciable que Hollywood les da. La realidad es que los secretos que guardan son éxitos, que no los pueden divulgar. 

“Cuando tienes pitbulls listos y dispuestos a perseguir a nuestros enemigos, pero están encadenados en el patio por gerentes obsesionados con su carrera, no puedes ganar una guerra. Solamente la estás prolongando”, escribió en sus memorias.

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