En Redes: El siguiente post reproduce la publicación en Instagram del respetado amigo Leonardo Rodríguez Alonso desde Camajuaní, en Villa Clara. Cuando puede acceder a internet -entre un corte de electricidad y otro- revisa las publicaciones que le interesan para informarse y publica alguna que otra vez en Facebook e Instagram.

La opinión de Leonardo fue publicada el pasado mes de marzo a raíz del funeral del conocido músico cubano Pablito FG en La Habana y la comparto ahora porque no la había visto antes. Lo hago porque quienes me siguen saben que siempre busco presentarles a los seguidores la verdad y sobre todas las cosas la posibilidad de ver, leer, y primero pensar para luego crear un criterio propio sobre el tiempo que nos toca vivir y la necesidad de romper la narrativa se siempre a la que nos han acostumbrado.

—-LA IGUALDAD DEL FILETE—
El único problema es que desde que nacímos hace seis décadas nos dijeron que éramos iguales.. Como mi padre (QEPD) siempre me dijo que mientras un toro llevado al matadero tuviese filete a muy pocos les tocaba esta apetecida pieza, a otros les tocaba el jarrete y que por eso no éramos iguales, claro, estas posturas suyas para contrarrestar aquellos discursos sobre la igualdad en el comunismo le valieron para que los cederistas comecandelas del barrio lo nombraban como un «gusano».

¿Qué por qué saco esto ahora? Sencillo: Acabo de ver en el Noticiero Nacional de TV el homenaje póstumo a Pablito FG, y debo admitir que abordo el tema porque no puedo callar el chocar con una realidad que me supera: «Como los que deciden en Cuba no ocultan que hay una élite, pudiera ser con mayúsculas como la Élite de Pablito».

Aquí en mi pueblo los familiares de los fallecidos han tenido que esperar más de 12 horas por un féretro, de la calidad y el tamaño que muchas veces no coincide con la estatura del fallecido, ni hablar, con clavos sobresalientes, con las tablas separadas por donde se salen las piernas del occiso y carentes de tela en su interior…Ese es el precio de regalarte el ataúd. Ya no hay coronas, no hay flores y un cristal en la funeraria para todos los fallecidos y como «coche fúnebre» un triciclo eléctrico. Todo lo que he contado es el jarrete del toro.

Hoy pudimos ver un sepelio, con el respeto que requiere la ocasión, un ataúd con todas las condiciones estéticas y prácticas, hermosas coronas, multitud de personas (el transporte no es problema) y la solemnidad, no ya de un coche fúnebre, sino varios…Dios mío, ¿esta es la igualdad del filete?

La afinidad ideológica marca la diferencia y el talento no cuenta para la igualdad en el plano de la espuria política de rendir un honor efímero a la ideología.

Celia Cruz, Rolando Laserie, Domingo Lugo, Laito Sureda, Carlos Embale, Osvaldo Farrés y hasta el mismo Lecuona los mencionamos con la pasión que merecen aunque el pueblo no se haya enterado de sus muertes..
Nota: Imágenes tomadas del Noticiero.

Hace unos días dije en mi canal de youtube y lo he repetido en los espacios de X donde participo que debemos ser directos y precisos cuando usamos las redes para enviar mensajes pero también los receptores debemos ser prudentes y mirar más allá de la primera frase. No siempre el mensaje que publicamos se recibe e interpreta como nosotros quisiéramos.

En mi canal puse ejemplos de Cuba y de Venezuela.