La inmensa mayoría de represores cubanos llegan a USA por aeropuertos (paroles y reclamaciones familiares) mientras las víctimas que buscar vías para huir tienen que enfrentar todo tipo de peligros y contratiempos.
Hoy tenemos invitados a un matrimonio que residía en Vueltas provincia de Villa clara. Escucharemos el testimonio de Raul Gonzalez y Niurcy Acosta sobrre el represor Makbel Grau, ahora viviendo en Tampa
No más impunidad. Este matrimonio de activistas nos tiene como testigos
«Este personaje de nombre Makbel Grau, en septiembre del 2011 y frente de nuestro hijo menor de edad (en aquel entonces de 10 años), junto a Pedro el jefe de la PNR de Vueltas, y Oficiales de la Seguridad Como Henry, arremetieron de forma violenta contra nosotros, nos introdejeron a la fuerza al carro patrullero mientras Daniel David González, nuestro hijo, lloraba sin consuelo.
El 1 de mayo de 2013, también delante de nuestro hijo Daniel, estando esta vez Grau de jefe de la unidad Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Vueltas y bajo las órdenes de la Seguridad del Estado, mandó a que no dejaran por ningún motivo que saliéramos de nuestra vivienda, cosa que no aceptamos y nos agredieron para evitarlo arrastrando por varios minutos a mi esposa en la calle y virándole el brazo mientras yo estaba controlado también en el piso por una técnica para inmovilizar. Nuestro hijo en esta ocasión se portó valientemente y grabó desde la terraza todo lo sucedido. Tiempo después en la misma unidad de Vueltas cuando realizábamos una denuncia por estafa a Israel Pérez Rodríguez y su esposa Yamilé Torres Falcón (dos informantes y represores también gozando de las libertades y beneficios que da el Gobierno Norteamericano), se abalanzó sobre mí sin ningún motivo y me introdujo a la fuerza en un calabozo acompañado de otro Policía quienes comenzaron a golpearme por el estómago hasta que alguien, que no pude ver los detuvo, allí estuve por espacio de 1 hora, a mi esposa en la parte de afuera le dijo: que ganas te tengo, estoy loco porque me den la orden para caerte a patá, lo mismo que le decía otro Policía de nombre Osmani.
Varias fueron las ocasiones que yo o mi esposa tuvimos choque con este esbirro, y nos sorprendió grandemente cuando vimos que se refugió en los EUA, el País que tanto odiaba según él, y del que tantas basuras habló.
Sin embargo mi esposa, mi hijo y yo nos presentamos a varias entrevistas por persecución política en el Anexo de Refugiados en La Habana y se nos denegó, incluso habiendo mostrado claramente todas las evidencias en nuestro poder, y que no eran pocas.
Creo que el Gobierno Norteamericano debe tomar medidas drásticas con este tipo de elementos represivos de la tiranía que están entrando en su territorio.
A mi entender debiera primeramente pagar una sanción en los Estados Unidos y luego, cuando cumpla, ser deportado hacia Cuba junto a sus amos y sin beneficios como mismo llegó.
El año pasado 2017 mi esposa y yo nos vimos en la necesidad de salir huyendo de nuestra tierra por causa de la represión y el acoso de la Policía Política Castrista, teniendo que pasar varios países por fronteras y pedir Refugio en Chile, donde gracias a Dios fuimos aceptados. Nuestros hijos Daniel y Libnimei aún se encuentran en la isla donde no dudamos que corran peligro.
Estas historias no terminan:
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