Crónica de navegante: tragedia poco conocida que implica a Cuba

El Valbanera, un vapor de bandera española, naufragó en el Estrecho de la Florida debido a los embates de un ciclón tropical, causando la muerte de 488 personas, entre tripulantes y pasajeros, la mayoría de ellos canarios que emigraban a La Habana. Sus cuerpos nunca fueron recuperados.

El Valbanera era un barco de pasajeros típico de la época, que solía hacer la ruta entre la península ibérica y América. Sin embargo, este barco tenía un significado especial para la Naviera Pinillos, Izquierdo y Compañía, ya que había sido bautizado en honor a la Virgen de Valbanera, a la cual los Pinillos eran devotos. Según la creencia popular, esta devoción no pudo evitar la tragedia que se cernía sobre el barco desde sus inicios, cuando, por un descuido, el nombre de la virgen fue mal escrito en su casco, sustituyendo la segunda «v» por una «b».

A pesar de las supersticiones, el Valbanera era un buen buque, y nada hacía presagiar la tragedia que le esperaba. Durante sus 13 años de servicio, su estructura no había sufrido averías significativas que pudieran haber anticipado el desastre.

Construido en 1906 en los astilleros C. Connell & Co. de Glasgow, Escocia, para los Pinillos, el Valbanera era un buque con casco de acero de 121,9 metros de eslora, 14,6 metros de manga y 6,5 metros de calado. Tenía un registro bruto de 5.099 toneladas y un desplazamiento de 12.500 toneladas. Su velocidad máxima era de 12 nudos y podía transportar más de 1.200 pasajeros. De hecho, cuando zarpó del último puerto antes de cruzar el Atlántico, llevaba a bordo a 1.230 personas: 1.142 pasajeros, la mayoría de ellos emigrantes españoles con destino a Cuba, y 88 tripulantes.

FUENTE: La tragedia del Valbanera

En este último viaje zarpó de Barcelona el 10 de agosto de 1919, para tomar rumbo a América con escalas en Cádiz, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de La Palma, San Juan, La Habana, Galveston y Nueva Orleans.

A la salida del puerto de Santa Cruz de La Palma tuvo lugar un episodio que sería asumido por los marineros como un mal augurio: durante una maniobra brusca que se produce, accidentalmente se provoca que el barco pierda una de sus anclas. Lamentablemente, este no sería el único oscuro vaticinio.

Se dice que su capitán, Ramón Martín Cordero, de 34 años y con ocho de servicio en la Compañía, había enviado desde La Palma una carta a su esposa, diciéndole que en el caso de no perder la vida en este primer viaje, a la vuelta tendría el placer de que su hija le tirase de la americana” .

Tal y como la mujer declaró a la prensa, “no parece sino que mi marido tenía el presentimiento de una desgracia.

Ramón Martín Cordero
Ramón Martín Cordero

Pero aún hay más. Una niña vecina de Las Palmas, de apenas cinco años, nombrada Ana Pérez Zumalave, antes de abordar, llorosa suplicaba:

Yo no me embarco ahí. Ese vapor se va a pique

Era tanta su insistencia —dicen— que la madre llegó a regañarla, pero ya en el muelle la pequeña repitió sin consuelo:

Mamá va contenta, pero yo no, el barco se hunde

José María López, un español, nacido en La Mancha, Albacete, el 19 de marzo de 1904 y que durante muchos años residió en el municipio tunero de Manatí, y que fuera de los pasajeros que viajaron en el postrer viaje del Valbanera, contó en 1994:

Monté junto a mi familia en Cádiz. Viajábamos de regreso a Cuba mis padres, cinco hermanos míos y yo, que había estado en mi país de origen durante un año. Aguardamos diez días por el barco, más otros 17 de travesía sobre el Atlántico. Nos aburrimos como ostras en medio del mar hasta que llegamos a San Juan, Puerto Rico. Recuerdo que en el muelle donde atracamos nos entreteníamos lanzando monedas al agua para que los chicos de por allí las bucearan. Uno de ellos abordó la nave y viajó con nosotros de polizón

Luego de su estancia boricua, el Valbanera se hizo de nuevo a la mar y el 5 de septiembre tiró anclas en el bello puerto de Santiago de Cuba.

Cartel

Masivo desembarco en Santiago de Cuba

En este lugar ocurrió otro de los enigmas que rodean el naufragio del Valbanera, pues, a pesar de que la mayor parte de sus 1.142 pasajeros había sacado billete hasta La Habana, inexplicablemente 742 de ellos desembarcaron en la hospitalaria ciudad oriental cubana, imprevisto cambio de planes, en un momento en el que no se tenían referencias del ciclón ni nada que hiciera predecir su trágico destino.

Dicha determinación, que muy bien podría ser una simple coincidencia, abriría, no obstante, otro jeroglífico para el futuro pero en el presente de entonces les salvó la vida a quienes descendieron en el puerto santiaguero y no llegaron a La Habana como acaso en un inicio pensaron hacerlo. Hay razones que hacen suponer que dicha providencia no fue obra del azar ni cosa parecida.

En esos años estaba en pleno auge el salto azucarero en el oriente de la isla. Lo que conllevó también a un auge económico de numerosos poblados y ciudades vinculados directa o indirectamente a estas zonas azucareras. Es muy posible que la noticia de la posibilidad de encontrar trabajo en esos lugares se extendiera entre los pasajeros. Con el don mágico que tienen los cubanos de exagerarlo todo, la información debió de llegar sobredimensionada a los oídos de estos pobres emigrantes de manera que muchos decidieran desembarcar en Santiago de Cuba, y no en La Habana, como tenían previsto.

Varios de los pasajeros alegaron que sus lugares de destino quedaban más cerca de Santiago que de la capital de la Isla y eso les salvó la vida. Sobre este particular contó José María, (quien tenía a la sazón 15 años de edad).

Cuando llegamos a Santiago, un paisano que venía en el barco como sobrecargo nos recomendó que bajáramos a tierra y nos fuéramos por ferrocarril hasta Las Villas, donde residíamos por entonces. Nos aseguró que así ganaríamos tiempo, pues llegaríamos a casa cuando el Valbanera aún no habría entrado a La Habana. Aceptamos su recomendación y, en efecto, realizamos un viaje magnífico en tren hasta Santa Clara.

El propio 5 de septiembre el vapor español desatracó del muelle y enfiló la proa hacia la capital de Cuba con 488 personas a bordo. Desde la Punta de Maisí fue avistado el buque por penúltima vez, navegando a toda máquina en un mar extrañamente en calma y, como telón de fondo, un cielo que comenzaba a llenarse de amenazadoras nubes.

Viaje a La Habana y la desaparición

Todo comenzó en las primeras horas del 9 de septiembre de 1919, cuando un ciclón, el llamado ciclón del Valbanera, luego de barrer la costa norte de la Isla ocasionaba un ras de mar a la altura de la capital. Como escribió el especialista español de siniestros marítimos Fernando García Echegoyen «los negros nubarrones que descargaban sin descanso trombas de agua sobre la ciudad hacían que los capitanes de los buques atracados en los muelles sintiesen una punzada de inquietud, dudando si sus vapores se encontraban al abrigo de un puerto o si acabarían varados sobre el paramento de los muelles»

En la noche del 9 de septiembre, algunos marineros de buques atracados en el puerto habanero escucharon entre los rugidos del viento el desesperado aullido de la sirena de un vapor que frente al Castillo del Morro, hace insistentes señales en Morse pidiendo práctico.

Los marinos contaron después que llegaron a distinguir las luces de un vapor que capeaba el temporal frente a la entrada de la bahía mientras hacía insistentes señales en Morse con una lámpara. Desde la Capitanía del puerto le comunicaron por esa misma vía que, por las peligrosas condiciones del tiempo, era imposible enviarle un práctico, y que por esas razones desde el atardecer el puerto había sido cerrado.

Ante la respuesta negativa a su demanda, el capitán del desconocido barco que se supone fuera el Valbanera, entendió perfectamente el mensaje e informó a su vez que intentaría capear el huracán mar afuera o en una rada de la Florida. El buque viró lentamente y se alejó rumbo norte entre las crestas de las gigantescas y enfurecidas olas que se arrojan contra los despeñaderos. No sospechaba el marino que el huracán llevaba la misma dirección que el barco En pocos minutos sus luces se perdieron entre la lluvia y las cortinas de agua salada sin que se le volviera a ver.

valbaneraNaufragio

No hay ninguna seguridad pero se supone muy seriamente que dicho barco no era otro que el Valbanera. Al parecer el capitán no fue advertido a tiempo sobre el peligroso huracán a causa de lo rudimentario de las predicciones meteorológicas de entonces y lo limitado de las comunicaciones.

Tal circunstancia, como es de esperar, dará lugar a uno de los más comentados enigmas en torno al naufragio, sobre el que, lamentablemente, no se realizó en su día investigación oficial alguna ni se ofreció una información precisa sobre los sobrevivientes, lo cual, acentuó el misterio sobre el infortunado buque. En el desastre perecieron y quedaron sepultados para siempre en las turbulentas aguas del Caribe, 488 personas entre tripulantes y pasajeros, en su mayoría canarios que emigraban a La Habana. Sus cadáveres nunca fueron encontrados.

La magnitud de la tragedia y todas las circunstancia que rodearon al hecho, como era de esperar, dio lugar a uno de los más comentados enigmas en torno al naufragio, sobre el que, lamentablemente, no se realizó en su día investigación oficial alguna ni se ofreció una información precisa sobre los sobrevivientes, lo cual, acentuó el misterio sobre el infortunado buque.

El descubrimiento de los restos

Transcurridos diez días de intensas búsquedas, el 19 de septiembre de 1919 el barco fue descubierto por el guardacostas estadounidense US SC 203 a 12 metros de profundidad en un bajo arenoso en Half Moon Shoal (Bajos de la Media Luna), a unas 5 millas al este del Faro de Rebeca Shoal y a 45 millas al oeste de Cayo Hueso.

restos-del-valbanera

Se conjetura que la fuerte tormenta le causó la rotura del timón y las máquinas, por lo que quedó sin gobierno, y la falta de una llamada de auxilio se debió a que los vientos le arrancaron la antena telegráfica.

Se asegura en el diario de navegación del referido guardacostas estadounidense, que los pescantes indican que no se hizo ningún esfuerzo para arriar los botes salvavidas

La tragedia del Valbanera fue una de las más grandes de las emigraciones españolas, historia llena de supersticiones y de misterios, algunos todavía no desentrañados, pues incluso, los restos del Valbanera aún pueden ser vistos cuando baja la marea en el extremo oriental de los cayos de la Florida.

Ruta del Naufragio


Secuelas en tierra

En muchos pueblos de España y de Cuba repicaron las campanas de las iglesias en memoria de los fallecidos en el triste suceso.

Muchas son las tristes memorias sobre este siniestro, pero ninguna como la del hombre que casi todos los días, durante 30 años preguntaba en el puerto de La Habana si se tenían noticias del Valbanera. Había desembarcado —se decía— en Santiago de Cuba con uno de sus hijos pequeños dispuesto a hacer el viaje por tierra hasta La Habana para estar alojado aquí cuando el resto de su familia llegara a la capital en el buque. El 9 de septiembre de 1919 el sujeto perdió la razón.

http://www.ecured.cu/index.php/Tragedia_del_Valbanera

WLRN Septiembre 2021

Matthew Lawrence, arqueólogo marino del Santuario Marino Nacional de los Cayos de Florida , participó en una expedición de la NOAA y la Universidad de Miami para inspeccionar el sitio y compartió con WLRN lo que encontraron y lo que esperan aprender.

Esta conversación ha sido editada para mayor claridad.

LAWRENCE: Es un largo viaje desde Key West. Y después de llegar allí, uno realmente tiene la sensación de que es mar abierto. Realmente no hay nada más alrededor. A pesar de lo poco profundo que es, no había nada allí que pudiera romper el viento y las olas que deben haber venido con el huracán. Así que uno comienza a tener una idea de lo traumático que debe haber sido.

Y luego comenzamos a experimentar las corrientes en el lugar. Hay corrientes muy fuertes que recorren esa zona como resultado del intercambio de mareas. Toda esa agua que sale de la bahía de Florida con las mareas pasa directamente por el canal que hay allí, frente a Halfmoon Shoal.

También nos pareció que la visibilidad era bastante baja. No se parece en nada a bucear en las hermosas aguas azules del arrecife de coral. Es bastante verde y turbio. Y eso realmente le dio un aire sombrío a las inmersiones cuando comenzamos a pensar en lo que experimentaron estas personas cuando su barco fue destruido.

Es realmente trágico pensar que no se pudo rescatar a la gente en esa situación. El barco chocó en aguas muy poco profundas. Ahora está a unos 25 pies de profundidad. Pero creo que la fuerza del huracán simplemente impidió que alguien pudiera lanzar botes salvavidas o ponerse a salvo. Y todos los pasajeros y la tripulación a bordo fallecieron.

La Habana cerró su puerto ante la inminente llegada de un huracán. Creo que no querían poner en peligro a sus pilotos ni arriesgarse a que el barco naufragara en el puerto. Así que dijeron: «Lo siento, no pueden venir aquí ante este huracán». Y el capitán no tuvo otra opción que dirigirse a aguas profundas para intentar capear el temporal.

WLRN: ¿Qué le gustaría aprender de los naufragios? ¿Qué podemos aprender de los artefactos físicos del naufragio? 

Estamos muy interesados ​​en conocer más sobre las personas que estaban a bordo, sobre sus vidas. Podemos observar los artefactos, el barco, el artefacto más grande, para entender mejor lo que veían cuando viajaban en este barco de vapor. Esas son las historias que realmente buscamos contar. Y, como nadie sobrevivió para escribir la historia de Valbanera, nos queda investigar el sitio arqueológico para ayudar a revelar esa información.

A los cien años – CUBA 2019-El transatlántico Valbanera que partió desde Canarias con destino La Habana, se hundiera en el Banco de la Media Luna tras haber atracado en Santiago de Cuba, desapareciendo con él cerca de 500 personas, la gran mayoría jóvenes canarios que emigraban a América en busca de una vida mejor. La muerte los atrapó en aguas al norte del occidente cubano, entre las provincias de Matanzas y La Habana. Los 388 pasajeros y sus 60 tripulantes perecieron ahogados.

El naufragio del Valbanera también es considerado, la mayor catástrofe naval en tiempos de paz para España. 

Unido a está historia, también está el hecho de que por primera vez se empleaba en Cuba la radiotelegrafía, para enviar un aviso de ciclón tropical durante una situación de este tipo, en tiempo real.

Fotos: Oficiales del Valbanera, foto tomada en Nueva Orleans en 1916.///El Valbanera en el puerto de Santiago de Cuba, unas horas antes de su salida hacia La Habana/// Trayectoria del Huracan del Valbanera.

Comment:

Mágico dijo: El itinerario del Valbanera en Cuba era Santiago y después La Habana, ya que en la ciudad oriental dejaba mercancía y pasajeros. Ante todo, hay que decir que el capitán era un hombre joven, con no mucha experiancia de navegación por estos mares. Además en aquella época no había tantos conocimientos sobre ciclones tropicales. En Santiago le aconsejaron a la tripulación que esperara el paso del ciclón en la bahía. Pero el capitán se negó, porque retrasaba el viaje, que culminaría el Nueva Orleans . A las altura de Matanzas un correo inglés adelantó al Valbanera y fue el último barco en entrar a la bahía de La Habana esa tarde. La nave española, que era mucho más lenta, llegó frente al puerto bajo los azotes del huracán. El capitan solicitó la entrada; pero se la negaron, porque ya estaban cerradas las operaciones a causa del mal tiempo, y no podía salir el práctico. Después de las malas noticias el capitán comunicó que trataría de sortear el vendaval dirigiéndose hacia Nueva Orleans. Fue lo peor que pudo hacer, pues navegaba por la misma ruta del torbellino. El Valbanera, que venía escorado hacia babor desde que salió de España, naufragó en una zona de baja profundidad, cerca de Cayo Hueso. Después fue localizado por la marina norteamericana, ya que la parte superior de uno de los mástiles quedó fuera del agua y se veía desde cierta distancia.

Garaicoa dijo: También conocido como ‘Titanic de los pobres’, el vapor Valbanera se hundió siete años después del famoso transatlático. En él murieron casi medio millar de emigrantes españoles. En el barco viajaban 1.142 pasajeros, pero casi 750 desembarcaron en una de las paradas anteriores al hundimiento. Durante años cubrió la línea regular España-Cuba. Las causas del hundimiento nunca fueron aclaradas, incluso hay dudas sobre el día del naufragio.

Siete años después del naufragio del Titanic, el vapor Valbanera se hundió en los cayos de Florida, EE UU, con casi 500 emigrantes españoles a bordo, en una de las mayores catástrofes de la marina mercante española que permanece en el olvido. El naufragio del Valbanera, denominado el ‘Titanic de los pobres’, que durante años cubrió la línea regular España-Cuba, es uno de los capítulos más negros de la historia de la emigración española. El histórico buque, de la compañía Pinillos, Izquierdo y Compañía, que a principios del siglo XX trasladaba a miles de emigrantes españoles a América, se hundió sin dejar supervivientes, en circunstancias aún sin aclarar, entre el 9 y el 12 de septiembre de 1919. El pecio permanece en el fondo del mar en las arenas movedizas del Bajo de la Media Luna, a cuarenta millas al oeste de Cayo Hueso. Como tantos otros barcos, el vapor tenía el nombre de una virgen, en este caso la Virgen de Valvanera que se venera en La Rioja, aunque el buque fue bautizado como Valbanera (con b) por algún error. Mal presagio y misterioso desembarco de pasajeros Con la pérdida del ancla en el puerto de Santa Cruz de La Palma, Canarias (un negro presagio para los marineros) el Valbanera, al mando del capitán Ramón Martín Cordero, zarpó el 21 de agosto de 1919 rumbo a América con 1.142 pasajeros y 88 tripulantes. Tras haber hecho escala en San Juan de Puerto Rico, arribó el 5 de septiembre a Santiago de Cuba y, a partir de ese momento, comienza el misterio que envuelve este naufragio. Aunque la mayor parte del pasaje tenía billete para La Habana, la mayoría de pasajeros (742 pasajeros) decidió desembarcar en Santiago, lo que salvó sus vidas. Cuando el barco llegó a La Habana no pudo entrar en el puerto porque estaba cerrado debido a un potente huracán, por lo que el capitán del Valbanera puso rumbo a altamar para intentar capear el temporal. Pero desafortunadamente no lo logró. No hubo supervivientes. Los restos del barco no fueron localizados hasta el 19 de septiembre por el cazasubmarino de la Marina de los Estados Unidos USS C203 en Half Moon Shoal (Bajos de la Media Luna). A España, las noticias llegaron desde La Habana con cuentagotas y muchas veces de forma contradictoria. La mayoría de las víctimas eran canarias. Hipótesis sobre el hundimiento El experto español en siniestros marítimos Fernando José García Echegoyen lleva más de 25 años investigando sobre este naufragio, trabajo que ha recogido en su libro El misterio del Valbanera y en la página en internet naufragios.es. Desde 1992 dirige el Proyecto Valbanera, una iniciativa cultural con la que pretende rescatar del olvido este naufragio y recuperar con fines museísticos parte de los restos del transatlántico español. García Echegoyen ha dirigido tres expediciones, y en la primera de ellas en 1992 consiguió filmar y fotografiar los restos del Valbanera por primera vez desde su hundimiento en 1919. La última expedición, en 1996, fue financiada por la fundación Archivo de Indianos y algunos de los restos recuperados se exhiben en las instalaciones de la Fundación en Colombres (Asturias). Sobre las circunstancias del naufragio, la hipótesis que maneja García Echegoyen es que al no poder entrar en el puerto de La Habana, el Valbanera puso rumbo al Golfo de México pero el temporal lo abatió y acabó embarrancando en el Bajo de la Media Luna. En declaraciones efectuadas esta semana, García Echegoyen señaló que «el 90 % del pecio está enterrado en la arena» por lo que en las tres expediciones únicamente vieron «piezas estructurales del barco». No obstante, García Echegoyen resaltó que consiguieron sacar «dos portillos y la letra B de la palabra Valbanera». García Echegoyen también explicó que en 2005 pagó a un buzo para que volviera a echar un vistazo al barco y que al aletear en la zona de proa del pecio se levantó arena y apareció un plato de la vajilla del barco que es «un auténtico tesoro».

El vapor naufragó a unas cien millas (185 kilómetros) del puerto que esperaba su atraque, desapareciendo con él 488 personas, la gran mayoría de ellos jóvenes naturales de los municipios grancanarios de Arucas, San Mateo, Valleseco, Valsequillo, Telde, Teror, Santa Brígida y Las Palmas de Gran Canaria, y algunos de ellos de la isla de Lanzarote.

La exposición «Valbanera, 100 años en la memoria», que se puede visitar desde este 23 de julio hasta el próximo 18 de enero, hace un recorrido por el último viaje del navío con documentos y materiales hasta ahora inéditos y refleja las historias de la tripulación, los emigrantes y los polizones que iban a bordo.

Tras su naufragio, el Valbanera quedó sepultado por un talud de arena y de sus restos no se pudo rescatar el cadáver de ninguna de las casi quinientas personas que perdieron la vida. El centenario del naufragio del barco se conmemorará durante el mes de octubre y la exposición «Valbanera, 100 años en la memoria» puede visitarse en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología hasta el próximo 18 de enero de 2020, contemplándose la posibilidad de prorrogarla en el tiempo.

CARTA DE NAVEGACION-2022

-El misterio de los cuerpos https://floridakeys.noaa.gov/shipwrecks/valbanera.html

Luego del paso del huracan en Key West —

Segmento: Ninguno de los pasajeros ni de la tripulación sobrevivió al hundimiento del Valbanera y nunca se devolvió ningún cuerpo a la orilla para su entierro, lo que dejó a quienes perdieron a familiares o amigos doblemente desconsolados. Los Cayos de Florida y las comunidades marítimas locales, que se sorprendieron de que nadie encontrara los restos de los pasajeros y de que no se hubieran lanzado los botes salvavidas, consideraron que el desastre era misterioso. Una expedición cubana visitó el naufragio poco más de un mes después. Si bien rescataron valiosos vinos, licores y mercancías de las bodegas del barco de vapor, no encontraron nuevas respuestas. El rescate del naufragio continuó en junio de 1920, cuando un remolcador de demolición especialmente equipado llegó al lugar para retirar otros componentes y maquinaria valiosos de los restos.

VER FOTOS EN El SITIO

A falta de información de referencia sobre el naufragio del Valbanera , arqueólogos e investigadores del Santuario Marino Nacional de los Cayos de Florida de la NOAA y de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami dirigieron un equipo para investigar el naufragio en junio de 2020. El equipo utilizó técnicas fotográficas y de mapeo arqueológico submarino avanzado para crear las primeras representaciones 3D precisas del sitio.

Los investigadores determinaron que el Valbanera encalló de popa en el bajío Halfmoon debido a su orientación. Incluso en la caótica y oscura oscuridad de la tormenta, el capitán Cordero probablemente reconoció que se acercaba a las aguas poco profundas y pudo haber tratado de anclar para evitar que su barco encallara. Trágicamente, el naufragio se encuentra a poca distancia del canal más profundo que separa Halfmoon Shoal y Rebecca Shoal. Si hubiera entrado en este canal, habría pasado al Golfo de México ileso. Los restos del Valbanera parecen estar divididos en tres partes. Cada sección está separada por áreas arenosas desprovistas de restos. En realidad, el salvamento que se produjo en el naufragio redujo su estructura general y la arena se tragó gran parte de los restos restantes. La extensión total de 410 pies del naufragio aún coincide estrechamente con la longitud original de 399 pies del barco de vapor. Los investigadores que bucearon en el lugar experimentaron fuertes corrientes que casi superaron sus scooters submarinos. Estas corrientes dificultaron las investigaciones al reducir la visibilidad al erosionar los sedimentos circundantes y provocar que el naufragio se hundiera en la arena.

El equipo de investigación tiene la intención de regresar al naufragio y continuar con sus investigaciones arqueológicas. La investigación de archivo adicional busca descubrir información sobre las personas que viajaron en 
Valbanera . Son de interés las historias de vida de quienes perecieron en el desastre y las historias de aquellas personas cuyos antepasados ​​viajaron en 
Valbanera y pueden haber emigrado a los Estados Unidos en los años posteriores

CANARIAS-La historia del Valbanera, el «Titanic» de la emigración canaria, se presenta este sábado 26 de enero en Tías

NUD2-MART y ARTE: http://nu2.es/listas/abc-sub/el-valbanera/–Acerca del misterio de los cuerpos

Un comentario en “Crónica de navegante: tragedia poco conocida que implica a Cuba

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