En Estados Unidos se utilizan cada vez más “químicos tóxicos permanentes” en pesticidas que amenazan la salud humana al contaminar vías fluviales y rociarse sobre alimentos básicos, según un estudio publicado el 24 de julio.
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) han sido objeto de un escrutinio cada vez mayor en los últimos años, pero las regulaciones ambientales en su contra han prestado atención principalmente a fuentes como instalaciones industriales, vertederos y productos de consumo como ciertos utensilios de cocina y pinturas.
Leer más en straitstimes