Punto de giro: Zoé y Armando

Mientras navegaba por Internet buscando información para un podcast sobre Wikipedia, decidí rastrear datos de Christopher Rufus encontré algo que me llevó a un punto de giro en mi pretensión inicial que apuntaba al tema de Wikipedia y la libertad de expresión.

Cuando leí la bio de Christopher Rufus llegué al dato de que es autor del libro América Lost, además el director y guionista de un documental que lleva el mismo nombre y explora la vida en tres «ciudades estadounidenses olvidadas»: Youngstown, Ohio, Memphis, Tennessee y Stockton, California.

La obra de Rufus (tanto escrita como documental revela el dramático declive del interior de Estados Unidos a través de una combinación de emotivas historias personales y reflexivos comentarios conservadores. El cineasta Christopher F. Rufus pasó cinco años recopilando estos retratos íntimos de estadounidenses al límite.

Los analistas de su obra señalan que a pesar de estos graves desafíos, la película ofrece un atisbo de esperanza para reconstruir las familias y comunidades estadounidenses desde abajo hacia arriba. De cierta manera queda la esperanza de que no todo está perdido para su nación.

En ese momento quedó marcado el punto de giro en mi búsqueda porque no pude evitar mis pensamientos con relación a mi origen, mis raíces iberoamericanas y la misión de los periodistas, artistas y escritores cuando crean sus obras.

Rufus se enfoca en tres lugares de USA. Olvidados. Fantasmas como popularmente se suele definir a esos sitios. Yo me enfoco en Cuba, en la capacidad de los escritores para recrear la historia de la nación, la forma en que la ciudad-país se ha perdido y como lo he percibido a través de las palabras de los otros.

Dos grandes escritores cubanos que llevan décadas en el exilio: Zoé Valdés y Armando de Armas, nos han contado cómo la nación-ciudad-isla se ha ido perdiendo, depauperando y algunos pueblos de la geografía nacional solo existen en nuestros corazones.

Zoé Valdés (Cuba 1959) es autora de varias novelas pero solo voy a detallar en uno de sus libros Pájaro lindo de la madrugá. Armando de Armas (Sta Clara 1958)  cuenta con más de diez publicaciones pero solo me detendré en uno, el más reciente Avellaneda al atardecer. Historia de un amor oculto.

En la geografía literaria, ambos escritores van mucho más allá de la marca cosmográfica de una zona determinada.

Cuando se es grande en las letras se logra en cada renglón elevar el espíritu hasta la universalidad. Los que saben del tema comprenden que las marcas universales se alcanzan pasando por lo regional y lo nacional.

Zoe y Armando ya trascendieron.

Ella culta y virtuosa nació y vivió en La Habana pero cuando leí Pájaro lindo de la madrugá le comenté a Armando de Armas que mientras unos lectores se enfocaban en cómo la escritora exponía la verdadera vida de Fulgencio Batista yo, además de conocer la otra cara del hombre que vilipendiaron en las clases de historia, me dediqué a escudriñar en otros milagros de la narración de la artista.

Porque Zoé cuando describió a sus personajes viajando desde una provincia en el Oriente del país hasta el oeste donde está la capital y nos ofreció los diálogos de ambos hombres nos regaló una imagen completa de la Cuba fantasma que agoniza hoy y que no tiene para donde mirar si alguien nos pide seleccioner al menos 3 ciudades fantasmas para un documental, … o un libro.

La novela completa novela el que nos hace poner los pies en la tierra para comprender cuanto no conocemos de nuestra historia y memoria. Pero en las otras novelas también. Junto a la ilustre patriota cubana asistimos a ese amargo, triste y largo proceso de transformación de nuestra nación que transita bajo los influjos del maligno y que ella ha sabido captar muy bien.

El culto y vituoso apenas empezó a tener uso de razón recorrió cada calle de la ciudad de Cienfuegos. En marzo publicó  Avellaneda al atardecer. Historia de un amor y solo con solo leer dos capítulos de la novela me di cuenta que –me, nos ha regalado– una pieza de marca mayor de la que no podremos desprendernos aquellos que queremos conocer nuestro pasado.

En algún momento del futuro escribiré con más detalles de su obra. Será luego de que termine de «navegar» por la horizontalidad infinita en la que usando las máscaras del tiempo el escritor viaja aferrado al analema solar que marca el 8 en el mundo espiritual y nos conecta con el Sol, la Luna y la obra.

Celebro la capacidad del artista para describir en su novela las ciudades cubanas (fantasmas todas) desde La Habana a Cienfuegos y el proceso de degradación que ha sufrido la perla de Cuba en la geografía, en la naturaleza, en la espiritualidad… en el éter que marca el compás de «soy la Avellaneda, la Avellaneda yo soy».

Armando, de Cien-fuegos cubano, nos pone delante la ciudad que fue próspera, bella, de un esplendor inimaginable al menos para mí, con un puerto boyante y una vista a la Mar que se disfruta mejor cuando se sabe que el escudo que cuida nuestra espalda es el lomerío del Escambray.

Nos cuenta como la ciudad-nación se convirtió en una fantasma y nos demuestra que esa geografía que una vez dejamos solo existe en nuestros corazones, como me dijo una vez una anciana etérea a la que fui a visitar hace diez años cuando «viajé al Escambray».

Fue un viaje en el que yo pretendía visitar la finca donde jugué en mi niñez con otras niñas y disfruté de los nomeolvides en los patios del jardín que formaban una leve cerca alrededor de la casa de mi abuela. Pero solo encontré una pared de arbustos enrevesados que me impidieron avanzar hacia un montón de tablones derrumbados y carcomidos, de lo que alguna vez fue un hogar.

No sé cuantos años tendrán que pasar en Estados Unidos para que la nación se depaupere más y aumenten las ciudades perdidas, fantasmas. Al autor de 3 ciudades fantasmas en USA puede quedarle la esperanza de que no todo esté perdido.

A mí no me quedan esperanzas. En Cuba la plaga del comunismo comenzó desde mediados del siglo XX a cimentar lo que luego se hizo realidad cuando Fidel Castro y sus acólitos se instalaron en el país y destruyeron la nación.

Las ciudades olvidadas en USA, Christopher Rufus

America Lost es un documental que explora la vida en tres «ciudades estadounidenses olvidadas»: Youngstown, Ohio, Memphis, Tennessee y Stockton, California. La película revela el dramático declive del interior de Estados Unidos a través de una combinación de emotivas historias personales y reflexivos comentarios conservadores.

El cineasta Christopher F. Rufo pasó cinco años recopilando estos retratos íntimos de estadounidenses al límite, incluido un ex trabajador siderúrgico que desguaza casas abandonadas para sobrevivir, un padre recientemente encarcelado que intenta reconstruir su vida y una madre soltera que sueña con escapar de su arruinado vecindario urbano.

En última instancia, a pesar de estos graves desafíos, la película ofrece un atisbo de esperanza para reconstruir las familias y comunidades estadounidenses desde abajo hacia arriba.—Christopher Rufus.

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